Sometida
Fecha: 02/09/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: Bibi, Fuente: CuentoRelatos
... copa el hielo que te han ordenado, y verterás el licor que te hayan pedido que están en ese mueble, ¿los ves? —el tono de mi amo era muy severo.
—Si amo —era lo único que Sara decía.
—Cada vez que le eches una copa por encima tendrás que lamerla entera, tanto el culo como el coño, incluso la mesa si cae fuera, aunque por tu bien no te lo recomiendo, las bebidas valen más que tú, ¿Ok?
—Si amo, no se caerá nada amo —le dijo Sara con algo de intranquilidad en la voz.
—Ah, si te piden ron con cola, por ejemplo, echas el ron y lo lames y luego la cola y vuelves a lamerla, ¿entendiste?
—Si amo.
—Bien, deben de estar al llegar, practica un par de veces.
—Si amo —dijo otra vez Sara.
—Y tu zorra —me dijo, mientras me daba un fuerte jalón del pelo para levantarme la cabeza— a partir de ahora ni una voz ni un gemido, eres un mueble, si te escucho decir algo te dejaré en la calle desnuda, con los tobillos y las muñecas atadas y el dildo en el culo.
—Si amo, no diré nada amo —le dije asustada de verme así en la calle.
Después de que Sara probara con alguna de las bebidas, supe que la noche iba a ser muy dura para mí. Sara me metió el dildo en el culo y un hielo en el coño, que por lo frío que estaba, me dolía, después de poner la copa entre mis piernas, activaba el vibrador y echaba la bebida justo entre mis nalgas, notaba el líquido pasar por la raja de mi culo y llegar hasta mi coño, donde se mezclaba con el agua del hielo que se había derretido dentro de ...
... mi sexo. Después de llenar la copa, paraba el vibrador y me lamía entre mis piernas. Sentía su lengua pasar por mi culo y noté que le gustaba pararse un poco en mi coño, donde creo que lamía más de lo necesario. Al llegar los invitados de mi amo, no se sorprendieron de ver a dos mujeres de la manera en que estábamos Sara y yo, si no que felicitaron a mi amo por la suerte que tenía de disponer de dos putas tan magníficas.
Pronto comenzó la partida y las bebidas, una tras otra ronda, Sara seguía el mismo procedimiento, era desalentador para mi sentir placer y no poder llegar al orgasmo porque nunca duraban el tiempo necesario, a veces no hizo falta de que me metiera un hielo en mi rajita del coño para estar húmeda, aunque no pude lograr correrme. A los invitados les encantaba como se les servían las copas y animaban a Sara para que se excediera en sus tareas. La partida de cartas duró unas tres horas, no se a que jugaban, pero apostaban fuerte. En la última mano la apuesta de mi amo fue “una de mis esclavas durante un mes”, pero afortunadamente ganó y no se separó de mí, ni de Sara. Al terminar la partida, creo que eran ya las dos o las tres de la madrugada, me dolía toda la espalda y el cuello y necesitaba correrme pronto, después de haber conectado Sara muchas veces el vibrador y haberme lamido el coño otras tantas de veces.
Al terminar la partida mi amo se fue a su habitación, dejándonos a solas con esos tres hombres. A Sara, que ya iba muy bebida de tanto lamerme el ...