1. Esta vez fue diferente


    Fecha: 05/09/2019, Categorías: Lesbianas Autor: afranlecuesta1, Fuente: CuentoRelatos

    ... jardines preciosos y unos salones amplios y bien iluminados donde la comida y la bebida no faltaba, incluso zona de juegos para las familias que fueron con niños pequeños. La fiesta incluía un espectáculo de una orquesta y de DJ para amenizar la noche, pero los cuerpos no duran eternamente y después del día de tensión y conducir durante más de dos horas más el tiempo que llevábamos en la fiesta mi pareja vino a buscarme para pedirme que cuando quisiera podríamos irnos a descansar, le dije que enseguida así que fuimos a despedirnos juntos de las amistades (algo que nos llevó casi otra hora) y nos dirigimos al hotel. Mi pareja se reclinó en el asiento del coche y me cogió la mano. Yo instintivamente me la llevé a los labios y le besé el dorso de su mano. Llegamos al hotel y lo primero que volaron fueron los zapatos, medias y calcetines, las chaquetas y mientras yo me quitaba la corbata y desabrochaba la camisa ella sentada en la cama se desprendió de joyas y comenzó a masajear su cuello.
    
    Me acerqué a ella y le dije si estaba cansada y si le dolía el cuello, me contestó afirmativamente, retiré sus manos y comencé a masajear su cuello y hombros. Se giró, nos miramos y nos besamos. Le pedí que se pusiera de rodillas en el centro de la cama y comencé a masajear su pelo, su cabeza lentamente, le dije que íbamos a hacer una serie de ejercicios de cuello, primero hacia la derecha y cuando lo tuvo inclinado comencé a besarlo y a morderlo y le arranqué las primeras risas, cuando ...
    ... llegué a su hombro volví a subir su cuello con la lengua y cuando llegué a su oreja le susurré que ahora giraríamos a la izquierda y repetí la operación. Ella suspiraba, entonces le incliné la cabeza hacia adelante mientras con una mano le sujetaba el cabello, dejando a mi disposición su nuca que fue devorada por mis labios a base de besos, como sintió un escalofrío encogió su cuello e inclinó su cabeza hacia atrás lo que aproveché para besarle en la cara y en su boca. Luego comencé a acariciar su espalda y brazos, pero como no se había desnudado le dije que quería tocar su piel y le quité la blusa de seda blanca que llevaba. Ella seguía de rodillas delante mía y ahora tocó el turno de sus hombros para ser acariciados y besados hasta que llegué a las tirantas de su sostén de encaje que deslicé hacía abajo en ambos hombros. La incliné hacia adelante besando su columna vertebral hasta que llegué al broche del sujetador y se lo quité. La volví a incorporar y pegué su espalda a mi pecho mientras mis manos recorrían sus brazos en busca de sus manos.
    
    Le susurré al oído que necesitaba su ayuda para que me guiara hasta sus pechos y ella llevó mis manos hasta allí invitándome a que los acariciara y los apretase entre mis dedos comprobando como se endurecían mientras pellizcaba sus pezones y a la vez mordía su cuello. Luego le desabroché el pantalón negro y recorrí sus piernas y repetí la operación, le quité el pantalón y las braguitas a la vez para luego volverla a colocar en la ...