1. Esta vez fue diferente


    Fecha: 05/09/2019, Categorías: Lesbianas Autor: afranlecuesta1, Fuente: CuentoRelatos

    ... mismos movimientos de lengua y cabeza que le hizo a mi dedo índice los comenzó a realizar en mi polla tiesa. El placer era enorme y unos escalofríos recorrían mi cuerpo. Cuando estuve a punto de correrme la detuve y volví a rodearla para colocarme detrás de ella.
    
    Cogí su pelo y eché su cabeza hacia atrás para morder su cuello mientras mi polla se paseaba por la raja de su culo, yendo hacia abajo buscando su vagina y ella se movía hasta que quedamos acoplados. Nos movíamos los dos rítmicamente mientras mis manos recorrían su cuerpo incansablemente. El momento se hizo interminable, los relojes se pararon, todo se detuvo en aquella habitación. Sus gemidos y su respiración se aceleraban entonces la tumbé boca abajo y le abrí las piernas, ella elevó ligeramente sus caderas para facilitar mi penetración. A cada envite de mi cuerpo su clítoris rozaba las sábanas proporcionándole más placer y yo intentaba realizar mis movimientos cada vez más rápido hasta que ella agarrándose a las sábanas y hundiendo su cabeza en la almohada para ahogar sus gemidos se corrió, Con ...
    ... su mojadura en su sexo el placer en mi polla se incrementó un mil por mil proporcionándome un placer extra que hizo que me corriera dentro de ella. Caí derrumbado sobre ella con la respiración alterada y la besé en sus hombros subí por su cuello, besé su cara y nos encontramos en nuestros labios. Yo rodé hasta situarme junto a ella y ella se giró hasta quedar frente a mí. Los dos tumbados en la cama. Comenzamos a besarnos de nuevo y ella pasó su pierna sobre mi cadera y a pegarse a mí. Su mano bajó buscando mi miembro que se había desinflado un poco, pero con su mano experta consiguió hacerlo revivir de nuevo. Mientras yo con mi mano iba discurriendo por detrás de su cuerpo hasta que llegué a su sexo que comencé a penetrar con mis dedos comprobando que todavía quedaban restos de mi corrida. Ella ahogaba sus gemidos con mis besos y se introdujo mi polla en su vagina mientras nos movíamos. Las primeras luces del amanecer nos acompañaron en nuestra corrida ya que lo hicimos a la vez. Ella acopló su cabeza a mi pecho. Y abrazados y desnudos nos dormimos a la vez. 
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