La lasciva vida de una maestra de escuela (Parte 2)
Fecha: 05/09/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: Trovo Décimo, Fuente: CuentoRelatos
... más rellena, sin perder su belleza o más bien realzarla, sus nalgas más rellenas y torneadas por los años, y sus tetas algo más caídas pero muy apetitosas y más gordas después de amantar a dos hijos. En esta ocasión no se puso ropa interior. A su edad, Ana no había sido objeto de cirugías como la mayoría de sus amigas. Conservó su belleza lo más intacta posible a lo largo de más de 30 años.
Ramón, vestido lo mejor que pudo dentro de su humilde condición, entró a la casa y esta vez, Ana lo besó brevemente en la mejilla. Se abrazaron y no tardaron mucho en besarse apasionadamente comiéndose la boca, ansiosos de revivir aquellos años llenos de calentura y atrevimiento. Ramón, con casi 65 años, se veía mucho más maltratado para su edad. El extenso y arduo trabajo al sol. Su otrora rizado cabello estaba completamente blanco… siempre fue hombre de mucho vello. Su desaliñada barba fue recortada y le quitó algunos años de encima… era un maromo fuerte y erguido, siempre lo había sido…, sus músculos estaban firmes y se notaba que aún tenía condición varonil, potente y muy macho. Ana le ofreció algo para desayunar. Ramón aceptó gustoso.
-“Cuéntame Ramón”, dijo Ana. ”Cuéntame de tu familia… ¿Cómo está Rosa, los hijos… 4 son verdad?”
-“Todos bien”, empezó Ramón. “Rosa muy descuidada… ya estamos solos, la pequeña se casó hace como cinco años y nos quedamos solos”, continuó.
– “¿Y mi Zapo?” (Así apodaban al hijo mayor de Ramón), preguntó Ana.
-“¡Ah ese inútil…! Contestó ...
... Ramón. “Me ha salido más vago que las mantas”, prosiguió. “Ya debe de andar sobre los 46. Lleva dos o tres mujeres y ha preñado a varias. Cuando nos visita, ya no quiero ni preguntar”, dijo Ramón mientras Ana le servía su desayuno.
Ana se sentó enseguida de él, a su derecha.-“Salió caliente como su padre, pues”, dijo Ana, mientras Ramón comía. Ana empezó a acariciar en antebrazo de Ramón con sus dedos… -“Nunca te dije nada…”, empezó Ana. ”Pero me hubiera gustado que me follara el Zapo… se parece tanto a ti”.
Ramón casi se ahogó con el café. Ella se rio. Esperaba esa reacción.
–“Me acuerdo cuando lo traías de ayudante”, continuó Ana. “Tendría, qué, Me acuerdo que veía sus pantalones y se notaba que había heredado tu citote. Si tú tenías treinta y tantos y parecías de 20… me imagino que el Zapo, pudiera darme unas 10 veces al día”, agregó Ana mientras ambos se carcajeaban.
-“A ver”, Ramón, y se puso a sacar cuentas. “Estamos en el 2018. Aquello fue por allá por… el 87-88. El Zapo si no me falla la memoria nació en el 72. Hace… ¿Cuánto? Me casé con 19 o 20”. Trató de recordar.
Ana contó con sus dedos…
– “No, estoy mal. El Zapo nació como en el 72, justo antes de la crisis del petróleo…”.
-“Es que son tantos zagales y la cabeza que ya no es lo que era…”, dijo.
– “¿Te imaginas Ramón? ¡Tu hijo follándome! Metiéndola donde la tuvo su padre y tantas veces se corrió…
–“Recuerdo”, empezó Ramón. “Aquella vez en mi casa cuando te tenía ensartada por el coño, y no te ...