Fin de semana especial 2
Fecha: 04/09/2017,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: kimbocat, Fuente: SexoSinTabues
Una vez en el establo, Luisa va mirando curiosa todo lo que hay en él, los correajes, las cadenas… tú empiezas a charlar, más y más, te conozco y se que los nervios te hacen parlanchina, noto como se te acelera la respiración, como sudas, como te excita estar aquí, saber lo que te espera, desearlo y temerlo a la vez, un azote en el culo te hace callar, te muerdes los labios, me miras inquieta, mientras Luisa juguetea con una de las fustas. Un relámpago ilumina el cielo y el estruendo de un trueno te hace temblar, mientras la lluvia arrecia cada vez con más fuerza. Con una mirada mía tienes suficiente… Sumisa coges tus cabellos y los levantas con tus manos por encima de tu cabeza, separas las piernas y esperas. Me acerco a ti, me gusta ver el brillo de tus ojos intensos, tu nariz pecosa, recorrer con mis dedos tus labios rojos, ahora un poco temblorosos, acariciar tus mejillas, mirar tu cuello desnudo, ver como sonríes, te excitas y te asustas. Con el pulgar y el índice voy pellizcando suavemente tus pezones, te mueves levemente mientras gimes un poco. Tras de ti, Luisa besa tu cuello, tu espalda, sus manos recorren tu cuerpo, se abraza a ti, sus manos aprietan tus pechos, te gusta, te excita, pero aún no te mereces ningún premio, si lo quieres, te lo habrás de ganar, y lo harás demostrándonos lo buena potranca que eres. Una bofetada cruza tu cara, y corta de raíz este placer incipiente que ya empezabas a intuir. Le digo a Luisa que endurezca tus pezones, los quiero duros y ...
... fuertes, tragas saliva, ya sabes lo que te espera, ella me mira y tras un instante de duda, se pone frente a ti, y cogiendo uno de tus pechos, empieza a besarlo, a recórrelo con su lengua, te gusta, te encanta, sumisa, sometida, excitada como un animal, sin mas voluntad que tu instinto y mi deseo. Me acerco a ti, y empiezo a ponerte los correajes, los notas bastos y duros, se ciñen a tu cuello, luego cruzan tu espalda, rodean tus tetas, resiguiendo tus nalgas. Luisa cada vez más caliente, no deja de besarte, de lamerte, le encanta notar en su boca la dureza de tus pezones erguidos, los besa, los chupa y los mordisquea, le gusta que sean sus labios los que te hagan gemir, gruñir de placer, mientras las correas van tensándose más y más en tu piel. Ahora es tu cara la que se encasta entre los estribos , tu boca abierta se llena con el mordedor, tus dientes se clavan en esta barra de cuero endurecido que atraviesa tu boca de lado a lado. Luisa se aparta de ti, sonríe satisfecha al verte. Orgullosa relinchas, gruñes, te arqueas, ofreciéndote hermosa y sensual a la voluntad de tus dueños, al placer de tus amos. Tiro de tu correa hasta un rincón del establo, y tras quitar un plástico que lo cubre, una hermosa berlina de dos plazas aparece ante los ojos de Luisa que sorprendida se acerca al vehículo, le comento que es un viejo sulky de dos plazas, debidamente acondicionada para mi potrilla favorita. Luisa mira sorprendida que en la parte baja del vehículo, hasta la mitad de las barras, ...