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Cuando un hijo comienza a ver con otros ojos a su madre (3)
Fecha: 09/09/2019, Categorías: Microrelatos, Autor: afuentes, Fuente: CuentoRelatos
Alfredo y Susana salieron con rumbo del centro comercial para buscar algo para la cena y tal vez alguna golosina como tantas otras veces lo habían hecho, sin embargo, aunque tenían que guardar las apariencias con el mundo exterior, en ésta ocasión más que madre e hijo se sentían como novios. Todo el trayecto fue de risas y bromas ligeras, al llegar al centro comercial hicieron sus compras como si nada extraordinario pasara, aunque aprovechaban si algún pasillo estaba libre para hacerse un pequeño coqueteo. No era extraño verles de la mano o que Alfredo abrazara a su madre por el hombro, era una escena muy común para quienes les conocían, aunque en esta ocasión, aprovechando que comenzaba a caer la noche se animaron a darse un par de pequeños besos que sirvieron para retomar las cosas una vez llegaran a casa. Ya dentro de casa Susana fue a dejar las compras a la cocina mientras que Alfredo se aseguró de que la puerta estuviera bien cerrada y las cortinas corridas. Una vez se encontraron ambos a mitad de la pequeña sala se fundieron en un gran beso lleno de pasión, Susana acariciaba la espalda de su hijo y aprovechaba en acariciar el firme trasero del muchacho, mientras que Alfredo un poco más desesperado buscaba acariciar el pecho de su madre. Alfredo buscó el sofá y fueron a sentarse para continuar con la sesión de besos, los cuales únicamente bajaban en frecuencia para despojarse poco a poco de sus prendas hasta quedar ambos en ropa interior. La ropa interior de ...
... Susana no era sensual, era más bien ropa del diario que no hacía juego, la situación económica no daba para mucho pero eso no importaba para Alfredo, que veía a su madre como la mujer más bella y sensual del mundo. Susana tomó la iniciativa y despojó a su hijo del bóxer negro que vestía dejándolo completamente desnudo con una erección casi completa, Alfredo hizo lo mismo y con torpeza le quitó a su madre el brasier y después la pantaleta, una vez más Alfredo pudo percibir ese aroma que hacía años reconocía de la ropa interior de su madre, lo cual instintivamente lo hizo dirigir su boca a la vagina de Susana, quien lo detuvo para invitarlo a recostarse completamente en el sofá diciendo: —espera, yo también quiero! Y acto seguido se recostó de forma contraria sobre el muchacho ofreciéndole sexo oral mutuo en posición de 69. La escena no podía ser más sensual, madre e hijo haciendo un 69, solo podían escucharse gemidos ahogados y una respiración agitada. Llegado el momento ambos querían más, así que incorporándose en el sofá Susana quedó arriba del muchacho lista para cabalgar. Alfredo estaba sentado con la erección a tope, Susana tomó el miembro de su hijo y se sentó sobre él lentamente para llenarlo de sus jugos y lubricar ese duro pedazo de carne. Los movimientos comenzaron lentos, y poco a poco fueron tomando ritmo y fuerza, por momentos era Susana quien tomaba a su hijo por la cabeza y lo besaba al tiempo que controlaba el ritmo de los sentones, por momentos era ...