Aldana, su papá y yo
Fecha: 10/09/2019,
Categorías:
Intercambios
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... hombros hasta mis pechos, encerrándolos en sus manos, pellizcando mis pezones uno a uno, rasguñándolos hasta que sentía que hervían de calentura. Esto es delicioso, cómo perdimos tanto tiempo? me decía Aldana con ese tono de voz que ya le había escuchado cuando estuvo con su padre aquella noche. Como me calientan tus pechos, Aldana!! Quiero comértelos. Comémelos, quiero que me los muerdas! Asi lo hice, mordiscos pequeñitos fueron cubriendo los pechos de Aldana mientras que sus manos apretaban mi cabeza contra ella, provocando que mi boca se enterrara en ellos. Mientras nuestras bocas se encargaban de comer la carne tierna de nuestros pechos, nuestras vaginas se habían acercado la una a la otra, estaban pegadas, restregándose, haciéndonos hervir de calentura. Las dos permanecíamos arrodilladas en la cama, sin dejar de acariciarnos, recorriéndonos ávidas cada parte de los cuerpos, aumentando el calor que de ellos emanaba. De a poco nos quitamos la poca ropa de dormir que teníamos y quedó el camino libre para que nuestros dedos siguieran recorriéndonos palmo a palmo. Las manos de Aldana, más expertas que las mías, bajaban por mi vientre como alas de mariposa para poder posarse en el nacimiento de mi vulva, abarcándola con una sola mano, encerrándola en ella, apretándola entre sus dedos con una delicadeza y a la vez con una firmeza impresionante. Las mías bajaban por su espalda, llegaban a sus nalgas y la acercaban a mí con fuerza, para poder sentir como sus pechos se ...
... aplastaban contra los míos y nuestros pezones súper erectos se unían en un beso simbólico. Dejame sentir tu calor, déjame meterte un dedito. Me decía con voz sensual mientras sus dedos ya estaba hurgando entre los labios de mi concha. Un dedo de Aldana logró encontrar el camino, se abrió paso entre los labios de mi concha y llegó hasta ese agujerito que su padre, hacía una semana, había atravesado con tanta maestría. Metió su dedo a fondo y después de mojarlo copiosamente, lo llevó a su boca, lo cual a mí me puso a mil. Como me gusta tu flujo, amiga!! Es más rico que el mío!!! Queres probar ambos?. Dicho esto, con su dedo empapado de mi flujo y de su saliva, se lo metió en su propia concha, lo mojó bien, lo sacó y me lo dio a probar. Es delicioso!!! Me encantan los dos!!! Quiero comerte entera!!!- le dije completamente excitada. Soy toda tuya, amiga!! y se acostó en la cama, dejando sus piernas abiertas frente a mi cara. Me acomodé, acostándome sobre mi estómago y dejé mi cara frente a ese panorama super excitante que era la concha empapada de Aldana, rebozante de flujo, cubierta solamente por una fina pelusa que me encandilaba solamente al mirarla. Abrime bien y disfrútala, decía ella entre suspiros. Mis dedos abrieron con sumo cuidado los labios mayores, dejando al descubierto un camino rosado, brillante de tantos líquidos que emanaba mi amiga, un camino carnoso coronado en el centro por un clítoris que parecía invitarme al mordisco. Recorrí todo ese paisaje con mi dedo índice, lo ...