Aldana, su papá y yo
Fecha: 10/09/2019,
Categorías:
Intercambios
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... clase. Vimos la tele, caminamos por el centro, escuchamos música, sacamos fotos y desde ya, hicimos el amor hasta que no nos quedó centímetro de nuestros cuerpos sin probar. Regresamos a la capital exhaustas, pero felices, conformes con nosotras mismas y más unidas que nunca. En la soledad de mi cuarto, después de aquel fin de semana, comencé a pensar que de las fantasías que padre e hija me habían despertado solo me quedaba una por cumplir: Estar con ambos al mismo tiempo y esa, sin lugar a dudas, iba a ser la más difícil, pero adiviné que la más excitante de todas. Desde aquella noche en que estuve con el papá de Aldana, nunca más volví a quedarme sola con el ni a tener ningún tipo más de contacto; Diferente fue lo sucedido con su hija, con ella me veía a menudo y aprovechando que su padre estaba la mayor parte del día fuera de la casa por negocios, solíamos hacer el amor a cualquier hora, lo que nos convirtió en amantes más que experimentadas, de aquellas que no necesitan hablar porque ya conocen de memoria lo que desea la otra. En más de una oportunidad, nuestra fuente de inspiración eran los relatos de Aldana de noches compartidas con su padre o bien, de las futuras que podríamos compartir los tres. Eso nos daba un nivel de excitación descomunal. Después de tres semanas, antes de que comenzaran nuestras vacaciones de invierno, Aldana me llamó a casa para la acostumbrada charla diaria por teléfono y estábamos hablando de tonteras cuando Francisco levanta otro de los ...
... teléfonos para hacer una llamada y cuando advierte que estábamos hablando ambas, me saluda con inusitada alegría. Hola, tesoro !! Cuanto tiempo sin verte!!! Sos muy ingrata, eh? Nunca más nos hemos visto desde aquel día. Tenes razón Francisco, respondí. Fui varias veces a tu casa, pero jamás te ví. Si, lo se porque Aldanita me lo comentó, se todas las cosas que hicieron y cuanto lo disfrutaron, pero me gustaría que mañana que empiezan las vacaciones de invierno y que cumplo mis 35 años vendrán conmigo y me van a organizar una linda "fiestita" y disfrutamos los tres juntos estas dos semanas. Me lo prometes, linda? Quédate tranquilo papi, respondió Aldana, yo me encargo de todo. Bueno, las dejo seguir con su charla y te mando un beso enorme, preciosa. Así Francisco me había dado el pie justo que necesitaba para cumplir mi última fantasía con ellos y no estaba dispuesta a desaprovechar la situación. Y ese viernes a la noche se produjo el encuentro entre los tres. Aldana organizó una cena en su casa y me invitó. Desde ya, era una cena de tres y con un solo objetivo: El cuarto de Francisco para el, para ella y para mí. Durante toda la cena sentí como uno de los pies de Francisco acariciaba mis piernas, como se metía entre ambas, a la altura de mi vagina, como me estaba excitando, dándome una señal más que clara de lo que serían las horas posteriores. Era inevitable que el se diera cuenta de mi estado porque mi ropa interior hacía rato que se había humedecido y seguramente los dedos de ...