Negación - Capítulo 11
Fecha: 12/09/2019,
Categorías:
No Consentido
Autor: Gonza-Neg, Fuente: CuentoRelatos
... silencio.
- Estás loco… ¡Maldición! - se quejó Sergio.
- ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!
- Odio cuando te pones bestia – me dijo.
- Tú empezaste – jadee.
- Me va a quedar la piel morada.
- No es para tanto… ¡Ay! a mí me vas a tener que amputar el pie – el dolor no menguaba y pasé del estado de sufrimiento al de risa loca. A él le hizo gracia el cambio y también comenzó a reír de buena gana.
- Al menos mantienes la movilidad del pie – dijo entre carcajadas.
- No lo amputaste cuando tuviste la oportunidad – le recordé.
- Me arrepentiré toda la vida.
- Ahora tendría una pierna completa sobre la chimenea decorando mi sala.
- Ahora te ríes – dijo, poniéndose serio de un segundo a otro -. Hace una semana sólo llorabas.
Me pregunté qué tornillo se le zafó a este hombre, los cambios de humor tan repentinos eran señal clara de locura, apunté eso en la lista.
- Es que eres tan feo, que me da pena.
- ¡Ah! Estás de buen humor…
- No.
- Pero te estabas riendo…
- ¡Pero ya no! – dije, dejándome llevar por su locura.
- Los chicos dicen que eres un poco melancólico.
- ¿Los Chicos?
- Claudia y Miguel.
- ¿Los Chicos?... ¿Te refieres a “mis” amigos? – enfaticé en que eran de mí propiedad, sólo míos. Si de ellos se trataba yo era Gollum.
- Sí, ellos… - dijo, haciendo caso omiso a mis arrebatos.
- ¿Por qué hablas tanto de mí con “mis amigos”?
- Porque… - se sonrojó -, quería saber si sabían.
- ¿Sabían el qué? – lo apremié.
- Que eres ...
... gay… quería saber si sabían que eres gay.
Me quede mirándolo, y sentí que un agujero negro se abría en el piso y me tragaba.
- Claudia lo saber ¿verdad?, ella debe saberlo porque… - lo interrumpí.
- Yo no soy gay – puntualicé.
- ¿Cómo que no eres…. ¡Ah! Comprendo, ¡eres Bisexual! – dijo abiertamente, como quien describe el día.
- No.
- ¿Entonces cómo explicas los cultivos rectales? – preguntó, ahora verdaderamente confundido.
- ¿Cómo?
- Los cultivos rectales, llevas haciéndote esos exámenes casi mensualmente durante los últimos dos años. Roberto te ha tomado un montón de ellos.
- ¿Roberto?
Sabía claramente a qué exámenes se refería, y al médico qué realizó la toma de muestra, sabía todo eso y no podía dejar de comportarme como un idiota. Inventar alguna escusa que lo alejara de la verdad. Pero las pruebas era irrefutables, y en vez de pensar en posibles mentiras –de las que estaba harto-, comencé a preguntarme hasta qué punto podía confiar en el hombre que me sondeaba con esos ojos verdes, llenos de curiosidad y sin una pisca de acusación o rechazo.
- El Dr. Santibáñez… vamos, no tienes de qué avergonzarte… ¿Eres un poco promiscuo no es verdad?
Lo miré a los ojos, y el pareció arrepentirse en el acto de la última pregunta que formuló.
- Disculpa… eso…
- No te preocupes
Logré articular palabras por fin, el estupor de la sorpresa comenzó a desvanecerse, y pude pensar con claridad. Le contaría la verdad… a medias.
- No sé bien como ...