Otra zorra madura en mi gimnasio - Relatos Eróticos

Otra zorra madura en mi gimnasio

... izquierda. Ella sobaba su otra teta.—¡uff!, ¡uff!, ¡agh! —gemía Adriana—¡que rico comes el coño, joder! —jadeaba Adriana—¡que gustoo! —volvía a jadear Adriana—¡que rico, que rico!, ¡así, así! —proseguía jadeando esta puta zorraLa muy puta ponía los ojos en blanco y yo sentía como sus entrañas bullían del placer que le estaba yo dando al barrenar su coño agitado con mi lengua—¡ah!, ¡ah!, ¡ay así!, ¡ah!, ¡ah!, ¡uff! —gemía como una zorra Adriana—¡ah!, ¡ah!, ¡ay así!, ¡así, así!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ay!, ¡uuuh! —volvió a gemir Adriana—¡para!, ¡para que me corra! —bramó AdrianaYo proseguía con mi boca debajo de su coño y a la vez que le trepanaba con mi lengua su bullente y agitado coño caliente, le sobaba las enormes tetazas y ella proseguía gimiendo y botando su caliente coño sobre mi boca—¡así!, ¡así!, ¡ah!, ¡uah!, ¡ah!, ¡así! —bufaba Adriana.Se sobaba sus tetazas para dejarlas de tocar y yo se las magreaba y volvía a botar en mi boca—¡así!, ¡que gustoo!, ¡así!, ¡ah!, ¡ah!, ¡ah¡, ¡uhm¡ —jadeó AdrianaQuitó su cuerpo de mi taladrante lengua para reiniciar su consabida complacencia ante mi verga de semental.—¡que rabo tienes, cabrón!, ¡que polla! —bramó la zorra AdrianaMientras me comía el rabo, yo la tocaba el coño y la muy perra gemía de deleite sexual—¡así cabrón!, ¡así, así. así!, ¡que gustooo!, ¡queeee guuusstiitooo! —bramó de deleite la zorra AdrianaAdriana se volvió a situar a cuatro patas y con mi rabo duro y preparado la enfilé a su coño.—¡nadie me folla tan bien como tu, eres ...

... un cabrón follador —aulló AdrianaAdriana recibió varios empellones de mi rabo y tenía una brutal calentura que no aguantó—¡que, que meeee! —bramó Adriana—¡me cooorroo, joder! —vociferó Adriana.Mientras sufría más empellones, botaba su culo con mi polla dentro de su caliente y agitado coño—¡ah!, ¡ah!, ¡aaaaaaaaahhh!, ¡así, ¡así! —gritó Adriana.—¡como me has dejado el chocho!, ¡que rico, que rico! —chilló AdrianaCambiamos de postura y Adriana se me echó encima e hincó su agitado coño en mi dura verga y comenzó a botar con lujuria cual ramera libidinosa—¡me vuelves loca cuando me miras así, cabrón! —jadeó Adriana—¡me encanta cabalgar sobre tu rabo, cabrón! —vocifero AdrianaYo magreaba sus fenomenales melones de putona y ella echó su cara para comernos lingualmente, le magreaba el culo, mientras taladraba su coño y ella gemía, bufaba y rezongaba como una guarrona libidinosa. Le perforaba el coño y a la vez agarraba con fuerza sus nalgas de puta lasciva—¡eres un cabrón!, ¡me estás matando de gusto! —bufó Adriana.Dimos otro cambio, y saqué mi duro vergón de su coño, Adriana se tumbó, puso sus piernas en V y acerqué mi rabo a su coño, lo mojé un poco con saliva y aferré mis manos a sus piernas y proseguí a joder, follar y fornicar su hirviente, ardoroso y bullente coño de puta lujuriosa, la muy zorra de Adriana sobaba sus soberbias tetazas con fruición, situé mis puños sobre la cama para joder más y mejor el efervescente coño de la sucia zorra de Adriana que me pedía más y más rabo ...