1. Azucena, una compañera de oficina caliente


    Fecha: 16/09/2019, Categorías: Transexuales Autor: Beast, Fuente: CuentoRelatos

    ... dejaba de hacerme ojitos y sonrisas coquetas, llevaba puesto un vestido de verano verde, que al cruzar las piernas se le veían todos los muslos. Desafortunadamente, no me tocó ver lo de las hojas de tiempo con ella, pero desde donde estaba, podía verla cuando cruzaba las piernas todo el día y de vez en cuando, como abría las piernas para dejarme ver las bragas negras que tenía puesta. Al finalizar la jornada, me pidió el favor de darle un aventón hasta la ciudad. Al sentarse en el carro, el vestido se le corrió bastante, dejando la mayor parte de sus muslos descubiertos. Íbamos hablando de todo un poco y cuando llegamos a la ciudad, me pregunto si no era mucha molestia que la dejara en su domicilio. Viendo mi oportunidad, accedí y siguiendo sus instrucciones, llegamos a su apartamento. Nos quedamos conversando un rato en el carro hasta que finalmente me invito a subir a conversar, tomarnos unos tragos y quien sabe dijo. Nos sentamos en el sillón mientras conversábamos como siempre. Me pregunto si la encontraba atractiva y le respondí que sí. Se acercó a mí y me dijo que se había vestido así para mi justo antes de darme un beso en la boca. Mientras nuestras lenguas jugueteaban, mis manos apretaban sus tetas y su mano sobaba mi paquete y trataba de bajarme el zipper.
    
    Al quedar mi pene libre, se arrodillo frente a mí y empezó a mamármelo. Recorría mi pene con su lengua de arriba abajo y de vez en cuando me lamía los huevos y me los sobaba. Alternaba haciéndome una paja y ...
    ... mamando hasta que no aguante más y me corrí en su boca. Se lo trago todo y me siguió pajeando mientras me decía que le gustaba el sabor de mi semen y que era mía para lo que yo quisiera. Al rato de estar así, mi pene se fue poniendo duro de nuevo, entonces me dijo que quería que conociera su cama. Me guio hacia su cuarto agarrando mi pene con su mano. Una vez dentro, me pidió que le ayudara con su vestido. Le desabroche la parte de arriba y le quite el sujetador. Azucena se quitó el vestido quedando solo con la tanga negra. Se acostó en la cama y se abrió de piernas. Me acomode y procedí a quitarle la tanga. Se la quite con fuerza y pude notar que estaba completamente rasurada y mojadísima. Hice que se levantase un poco y le puse una almohada debajo para tener mejor acceso. Empecé a lamerla empapando mi cara en sus jugos cuando me apretaba la cabeza contra su concha. Al rato me dijo que no aguantaba más y que la penetrara. Se la metí de un solo golpe y empecé a bombearla con todas mis fuerzas. Solo se escuchaba los gemidos de Azucena y el rechinar de la cama. Azucena rodeo mi cintura con sus piernas y sentía como su pelvis se meneaba sincronizándose con mis embestidas. Finalmente no pude más y termine viniéndome dentro de ella. Sudados, me separe de ella y quede sentado frente a sus piernas abiertas viendo mi leche chorreando de su enrojecida concha. Se pasó un dedo recogiendo rastros de mi semen y se lo metió en la boca, diciéndome lo delicioso que era.
    
    Quedamos acostados ...