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LA CASA DE LAS PERVERSIONES 3
Fecha: 17/09/2019, Categorías: Hetero Autor: Hansolcer, Fuente: SexoSinTabues
... sus bolsas, era evidente que mi leche estaba a punto de salir. Ella, mi desconocida y candente compañera de sexo empujaba su cuerpo hacía atrás como si no le fuese suficiente al rabo que tenía adentro. Yo aferrado a su culo hice mi más grande esfuerzo y le di las últimas embestidas, que importaba que mi cuñado me escuchara. Total él me había cedido su lugar, porque había sido Miguel quien antes que yo había estado bajo las sábanas con aquella pequeña. Estaban acampando me había dicho, las sábanas no dejaban ver pero era obvio que alguien sea estaba chupando. Creí que era su novia, Rosa la del enorme trasero y por quien yo me había hecho más de alguna paja. Con esa idea me había metido y es cuando me había encontrado con aquel cuerpo de niña, sin tetas y piel suave a quien ahora tenía al borde del orgasmo. Acabe como un burro dentro de aquel chocho. Sendos chorros, uno tras otro. Podía sentir los espasmos y como aquella vagina soltaba grandes cantidades de aquel líquido caliente que me hacía cosquillas en la verga aún en erección. Se vació entre gemidos y ayes de gusto ah ah ah ah mmmmm mmmmm mmmmm mmmmm. Quizá con la emoción no le había dado importancia a quien era en realidad a quien me estaba follando. Hoy al escucharla sentí escalofríos, creí reconocer aquel sonido de su voz. Había esperado que fuese alguna otra novia de Miguel, ...
... una de tantas chicas que llegaban a la casa de Doña Refugio. Pero sin temor a equivocarme, esa era Andrea su hermana menor. La más chica, de tan sólo 12. Aquella que tantas veces me había servido para mandarle recado a Ester, mi novia. Quien según me habían dicho había ido a visitar a sus abuelos. Que regresaba hasta la próxima semana. - Ya esta cuñado -escuche preguntarme a Miguel afuera. - Si – dije. - Ahora ya no será sólo Yadira la que lo descreme - dijo divertido. No dije nada. - Que le pareció esa vagina. ¿Está apretada? Otra vez guarde silencio. - ¿O no le gusto? - Si -dije secretamente Andrea se había vestido. Afuera de la improvisada tienda de campaña podía verla, ahora convertida en niña. Vestida como niña. Por un instante pensé que como era posible que aquella chiquilla se hubiera tragado mis 17 cm casi con todo y huevos. Infantil como era, no dijo nada. La vi alejarse hacía hacia la casa que no quedaba a más de 40 metros de donde estábamos. A nuestros oídos llegaba el ruido de murmullos y gemidos. Venían de las otras tres tiendas de campaña que había aparte de la de donde le había dado sexo a mi pequeña cuñada. Era claro que estaban cogiendo. Esas eran las lunadas en aquella casa. Una especie de juego donde se jugaba a acampar, pero adentro de las improvisadas tiendas de campaña lo que se hacía era coger. Seguiré contando….