1. Las oportunidades se dan, a veces una lleva a la otra 2 de 2


    Fecha: 17/09/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... minutos.
    
    He hice con él lo que me permitía, todo, desde besarle todo el cuerpo, morderlo y sentir mi lengua en su ano, aún tenía restos del semen de Ángel, no nos habíamos lavado, y me supo mejor la mezcla enloquecedora de sabores. Qué cuerpo tan delicioso y deseado durante tanto tiempo, deseos que parecía que se hubieran acumulado para necesitar besarlo una y mil veces-
    
    Su pene me sabía delicioso y cada suspiro que le arrancaba al mamarle, lo sentía más rico, si él gritaba yo chupaba más, si gemía le daba más fuerza y ferocidad a mi lengua.
    
    -Dame la verga Juan, fóllame de una vez el coñito, úsalo como siempre hemos querido mi amor. Recogió las piernas como solo un puto sabe hacer para dar placer a su macho y dejó su culito bien abierto para que mi verga lo traspasara, antes recogí con la legua lo que expelía, una mezcla de le leche de Ángel y sus propios jugos que sabían muy ricos y comencé a penetrarle. Esto sí que era fácil y delicioso, su anito estaba preparado y abierto lo suficiente para que mi verga lo atravesara de un empujón, lo bastante educado para saber cuándo tenía que apretar mi dura verga para sentir como si fuera una boca tirando de ella.
    
    Al final, igual no había sido tan malo que Adolfo pasara por varios machos para que lo fueran enseñando a ser una auténtica hembra preparada para hacer gozar al semental que lo follara y tomara propiedad de su cuerpo. Resultaba un puto perfecto, guapo y enseñado a sus veinticinco. Bombeé su culito sin prisas y ...
    ... sin pausa, haciéndole notar quien mandaba y eso le volvía loco como mansita puta que era.
    
    -Me vengo Juan, apriétame más. Bésame Juanito, soy tu mujercita amor. Y así lo sentía él y así se comportaba. Hice que eyaculara sin tocarle la polla, o creía que había sido yo, y lo preñé como a su hermana dejando todo mi ser en su vientre de hermoso puto y sirviente de placer de machos.
    
    Había cumplido mi sueño, domar por fin ese cuerpo que se me había resistido tanto tiempo, lo que nunca me había pasado, y todo por desvirgar a un crío con amor y cuidado. Había sido recompensado, de momento ya había usado sus culitos tres veces y esperaba continuar cuando se pudiera, haciéndolo si ellos me dejaban y quisieran, y sospechaba que ambos lo deseaban a pesar que algo nuevo comenzaba entre ellos y yo había sido partícipe de su inicio.
    
    Nos levantamos al fin, nos duchamos entre risas y bromas, organizamos un poco la casa, a la tarde llegarían los de la limpieza y no quería que vieran las señales impresas en mi cama de matrimonio y en la de mi cuñado.
    
    -Tenemos que ir a comer, no hemos desayunado. Nos echamos a reír, cuando Adela viera como había cambiado nuestra relación de cuñados no se lo iba a creer.
    
    No podía sospechar que Ángel nos tratara tan serio y formal, aunque era comprensible, estaba en su trabajo. Le pedimos una copa de blanco para tomar en la terraza y lo bebimos sin muchas ganas.
    
    -Oye Adolfo, ¿por qué no piensas en quedarte a vivir con nosotros, a tu hermana le ...
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