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49.1 Primeros contactos
Fecha: 20/09/2019, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
Un ligero ruido me despertó, abrí los ojos y aunque no veía muy bien siento que hay alguien descorriendo las cortinas y también encendiendo las luces que en un primer momento me deslumbran. -Vamos pequeño, hoy es tu gran día. –Gonzalo me habla eufórico y es el que ha encendido las lámparas que me ciegan con su luz. El que corre las cortinas es Wes que nos da los buenos días al ver a Gonzalo despierto. Ese salta de la cama desnudo como se encuentra y que ya estoy viendo normal en él. -Queremos un desayuno rápido Wes. –tira de mi para que me levante y le siga, yo llevo puesto un pantalón corto de dormir, me va a resultar difícil acostumbrarme a que me vean desnudo en cada momento del día. Nos preparamos con rapidez y cuando volvemos a su habitación Wes ha dispuesto una mesa con humeantes jarras de té y leche, pastas, plunkey de frutas y zumos. -Vamos a desayunar rápido, quiero acompañarte hasta tu trabajo en tu primer día. –me divierte su entusiasmo. -Dijiste que estábamos cerca el uno del otro, puedes dejarme en el edificio donde tú vayas y me indicas cual es el mío. –bebe y come con rapidez, le veo feliz y no me preocupa, quiero verle comer y que continúe recuperándose. Wes sirve para todo, cuando volvemos de lavarnos la boca tiene dispuesta la ropa que tenemos que ponernos, ahora cada uno en su habitación. No tengo que ocuparme de nada ha escogido desde los zapatos a la corbata. Me comienzo a vestir y escucho a Gonzalo que le pide que venga para ...
... ayudarme a mí, y en dos segundos tengo a Wes tendiéndome la camisa, ayudándome a abotonarla y el pantalón, como si yo fuera un inútil. Tenía la intención de decirle que podía hacerlo solo y recordé las palabras de Gonzalo, que le dejara hacer su labor y así lo hice. Pensándolo bien resultaba muy práctico, en poco tiempo estábamos en el porche trasero de la casa esperando el coche para ir al trabajo. Creía que Gonzalo conduciría, pero era el chófer quien nos iba a llevar. -Glenn, lo primero de todo iremos a la oficina de Daniel. –sus órdenes eran precisas parecía que lo tenía todo controlado. El trayecto me pareció largo a pesar de no tener que dejar la ribera del Támesis, y quizá fueran mis nervios, pero respiré aliviado cuando bajamos del coche ante un alto edificio en Cheapside. -Aquí está tu oficina y donde trabajarás y aquél, -me señalaba otro cercano de cristal oscuro y menor altura. –es donde estoy yo, vamos que te voy a acompañar. Caminó decidido hasta la entrada y después al mostrador del gran hall donde estaba una chica uniformada, le miraba y no podía creerlo, parecía que fuera él quien tuviera que presentarse en su nuevo trabajo. Le detuve agarrándole del brazo. -Gonzalo, por favor, tengo las instrucciones precisas de donde debo ir y a quien presentarme, van a creer que llevas un niño contigo a su primer día de escuela. –le reprendía, pero a la vez me parecía tan tierno y dulce su forma de protegerme y llevarme. -Déjame solo y ve a tu oficina, todo ...