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49.1 Primeros contactos
Fecha: 20/09/2019, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... tocarlo y se arrodilló antes de que mi mano se acercara, tiro de mis pantalones y bóxer dejando mi polla al aire, no está aún dura del todo y sin tocarla con la mano comenzó a besarla y lamerla desde los testículos hasta el glande. Su aliento estaba caliente y salía agitado de él, cogió mis testículos y acerco su boca para meterlos en ella, mi cuerpo respingó por la impresión, tuve una sacudida ante lo inesperado y no sabría decir si lo que siguió era dolor o placer, los aspiraba tan fuerte hasta llevarlos al fondo de su boca y luego soltarlos repentinamente, que me producían sensaciones encontradas que me hacían gemir y sujetar su cabeza para que no continuara. Después de tratarlos varias veces de esa manera, los dejó cubiertos de sus babas y se tragó toda mi verga de un golpe, chupaba desesperado y apretaba mis huevos con su mano, se le escurrían por la saliva que antes depositó en ellos. Lograba que mi abdomen se contrajera marcando y poniendo tirantes mis abdominales y haciéndome respirar angustiado, era como si quisiera comerme, sin ver el límite de lo que puede producir dolor o placer y esto a veces resultaba doloroso. -Gonzalo amor, más despacio. –tiré de él por debajo de sus sobacos. -Ven sube a la cama y cálmate. –terminé de quitarle el resto de su ropa y la mía para tumbarme junto a él, coloqué mi pierna aplastando su verga que era un prodigio de dureza y acaricié su pecho y lo besé. -Por favor se más suave, creía que me dejabas sin testículos ...
... y sin pene, ¿qué iba a ser de mi después de eso?, convertido en un eunuco. –una risa que era un rugido salió de su boca mientras me apretaba contra él, aplastando mi boca contra su tetilla. Se había calmado y nos besábamos, deleitándonos con nuestros interminables besos, intercambiando nuestra saliva, lamiendo nuestro sudor hasta que me dijo que deseaba metérmela, la sujeté con mi mano y la metí en mi boca para lubricarla con mi saliva y saborear sus fluidos antes de que llegara a darme placer en otra parte del cuerpo. Me colocó mirando hacia arriba y elevé mis piernas abriéndolas al máximo, alcanzó un cojín que colocó debajo de mis caderas y se tumbó sobre mí sin penetrarme aún. -Eres un ángel de guapo, te amo Dani. –me besaba mordiendo mi labio con suavidad y luego metía su lengua, notaba su polla muy dura rozando mi ano hasta que el deseo fue mutuo por lo excitado que estaba. -Tómame Gonzalo, penétrame. –parece que no quería elevarse y perder el contacto de nuestras bocas ávidas la una de la otra. Fui a buscar su verga con mis manos y se la coloqué en la entrada de mi culo. -Empuja, solo empuja mi amor, la quiero dentro de mí. –se elevó sobre sus codos y bajo mi dirección sentía como resbalaba entre mis manos, para entrar en mi culo hasta que las tuve que retirar para que entrara del todo. Quedé unos segundos sintiendo su inmenso tamaño ocupando mi espacio intestinal, llenando mi recto, estirando los pliegues de mi ano, notando como palpitaba cuando ...