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Con mi pequeño vecino Ángel
Fecha: 23/09/2019, Categorías: Gays Autor: jaggersensual, Fuente: SexoSinTabues
... sacaba mis dos dedos, su anito se estaba acostumbrando y yo ya estaba deseando en hacerlo con mi pene, pero todavía no lo vi conveniente. Saqué mis dedos y besé sus nalgas. Me unté más vaselina y esta vez serían tres dedos. Le pedí que se volviera a relajar al máximo. Fui metiendo mis dedos uno a uno, pero no con profundidad. Cuando sentí que ya tenía los tres dedos dentro de él, fui metiendo más y más. Siento un pequeño dolor, pero puedo aguantarlo – lo dijo refunfuñando un poco. Intentaré no moverme para que tu anito se acostumbre – mientras con mi mano libre me iba masturbando mi pene, el momento que estábamos deseando se acercaba. Cuando sentí que estaba muy relajado, fui metiendo y sacando muy despacio mis dedos. El vaivén le estaba provocando mucha excitación. Seguí así por unos minutos. De pronto saqué mis dedos muy muy despacio, los limpié y fui a sentarme a su lado, apoyando mi espalda en el respaldar. Se acostó encima mío y nos fundimos en un beso y abrazo muy largo, mientras yo acariciaba su espalda y sus nalgas. Cuando terminamos de besar os me quedé mirándole a los ojos y le dije: estás seguro que quieres que pruebe a que te penetre? He notado que tu agujero no se agradará más, creo que estaba al límite. Si! – exclamó – pero no te preocupes, si tu no quieres hacerlo lo haré yo mismo. Se puso delante de mi dándome la espalda, pretendía sentarse sobre mi!!!!! Nene!!! Que te puedes hacer mucho daño, espera. – saqué de la cajonera un preservativo y me lo puse en ...
... mi erecto pene. Ahora le pondré mucho lubricante a mi pipi, haz lo mismo con tu culete y ve sentándote muy despacio, por favor para si te duele. Asintió con la cabeza y tras echarse mucha vaselina en su anito y sus nalgas, se volvió a darme la espalda mientras se sentaba lentamente sobre mi pene. Cuando sintió mi pene en su anito fue metiendo un poco de presión, le extendí mis brazos para que se apoyara y mi pene fue entrando muy lentamente. Le fui sujetando para que entrará muy despacio. Estaba sintiendo su calor interior y poco a poco mi pene se perdía en su anito. Tuve una visión privilegiada hasta que dejé de ver mi pene perdido en su culete. La sensación era increíble, estaba muy caliente y sentía todo su peso sobre mí. Le hice recostarse sobre mi pecho y como pude le besé y le besé muchas veces acariciando sus pezones y su pecho. Noté que tenía su penecito erecto y le masturbé delicadamente. Bajaba mi mano por sus bolitas y podía tocar mis huevos que estaban llenos. El como podía intentaba moverse, lo hacía muy despacio y me gustaba. Su culete ya estaba totalmente acostumbrado a mi pene. De pronto se fue levantando poco a poco hasta que logró sacarse mi pene. Se puso de pie, se giró y volvió a sentarse, esta vez de cara a mi. Se sentó sobre mi en posición de rana, esta vez no costó nada para que mi pene entrara. Lo besé apasionadamente y lo abracé muy fuerte. Me decía que gracias por este momento, pero yo estaba mucho más agradecido. En esta posición pudo subir y bajar ...