Dueña de mi hermana y madre (3): De regreso en el reino
Fecha: 23/09/2019,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: ALTEZA, Fuente: CuentoRelatos
Cuando mi Ama nos metió de nueva cuenta en nuestras jaulas dentro de la camioneta, condujo de regreso hacia su reino, o sea nuestra jaula de oro. Una vez ahí nos dejó bien en claro que no nos había salvado de más vejaciones, nos dijo que lo hizo porque su reino necesitaba limpieza, así que nos ordenó ponernos a limpiarlo hasta quedar como espejo, y que no podríamos dormir hasta terminar absolutamente todo, y no le importaba si nos llevaría toda la noche. Inmediatamente nos acercamos para besarle los pies antes de que ella se retirase a dormir cómodamente.
Mi Ama antes de retirarse a descansar nos ordenó tenerle el desayuno listo a las 9 de la mañana sin falta y no le importaba si estábamos cansadas o adoloridas después de la fiesta en que tuvimos que servir de piñatas y meseras, nuestro deber era ser esclavas y cumplir órdenes nada más y hacerlas bien. Una vez dicho esto nos ordenó ponernos a cuatro patas enseñándole nuestra cola, una vez tomada esa postura se nos fue aplicada una patada bien dada a cada una de las esclavas, y de inmediato nos dijo “a trabajar inútiles” dicho esto se retiró a dormir y obviamente nosotras nos retiramos a cumplir nuestras órdenes.
Nuestras esperanzas de poder dormir esa noche y al día siguiente eran prácticamente nulas, ya que al disponer nuestra Ama de nosotras sus esclavas personales para divertir en esa fiesta no habíamos podido terminar nuestras tareas y obviamente se nos juntaron nuestras obligaciones del día siguiente, o sea que ...
... prácticamente en 36 horas nos iba a ser imposible llegar a nuestras jaulas para dormir tan siquiera 10 minutos.
Nos dedicamos a dejar todo tan reluciente como un espejo durante toda la noche, la esclava menor se dedicó a barrer, trapear y sacudir todo el reino mientras que yo me dedique a lavar, planchar, dejar totalmente limpia la cocina y los autos para que al amanecer mi Ama no se fuera con la limusina sin lavar y yo fuera a recibir un castigo de los que a veces suelo arrepentirme cuando he llegado a cometer alguna falta que mi Ama no apruebe por minúscula que sea la falta cometida y aunque yo gozo mi condición de esclava, los errores es muy importante no cometerlos y menos delante de las visitas, ya que cada error cometido refleja la educación que nos imparte nuestra Ama.
Las horas transcurrían en la madrugada y nuestra tarea estaba por concluir y así poder comenzar nuestras obligaciones de ese día, dejando por entendido que no teníamos derecho de descansar hasta que nuestra Ama lo permitiera esa noche, tal cual es la rutina. Una hora antes de ser despertada nuestra Ama ya teníamos todo limpio y terminado, todo a excepción del desayuno de nuestra Diosa imperial, por lo que nos dirigimos para bañarnos donde se nos tiene permitido, me refiero en el jardín y solo con agua fría al igual que es ahí donde debemos hacer nuestras necesidades para después enterrarlas en un hoyo; tal cual lo hacen los perros, también es ahí donde se nos permite alimentarnos o en su defecto en el ...