1. El Seminarista caliente IV: el vergón desconocido de Oaxaca


    Fecha: 23/09/2019, Categorías: Gays Autor: Borgia85, Fuente: SexoSinTabues

    ... acabase nunca, me estaba sintiendo en las nubes. Volvimos a girar y quedamos con en el principio, de espaldas a una de las paredes del closet, había momentos en que tomaba mi cara y me besaba, obviamente era algo incómodo por lo que sólo nos besábamos por unos segundos y después el proseguía con lo suyo. En esos momentos perdí la noción del tiempo y después de un buen rato de estar cogiendo, susurró a mí oído diciendo: -ya me voy a venir; Comencé entonces a masturbarme, quería llegar junto con él, es delicioso sentir como te llenan el culo de leche mientras te vienes, tener la verga dentro del culo mientras me vengo se siente riquísimo; aceleré los movimientos de mi mano y cuando sentí que me venía, le pedí que me cogiera mas rápido y sin dudar aceleró aún más sus arremetidas y en el momento de venirme dio una última estocada hasta el fondo y sentí palpitar su verga dentro de mí, mientras mi esfínter apretaba el ritmo de los espasmos de su verga. De su garganta salió más de un gemido, casi al ritmo de mis contracciones anales. Saco y metió su verga varias veces más en mi culo con un poco de calma, lentamente sentí como se iba poniendo flácida y su verga terminó por si sola de salir y ...
    ... sacando papel de mis bolsillos le pasé un poco para que se limpiase y yo hice lo mismo. Nos vestimos y antes de salir del closet me beso nuevamente, pero esta vez con más ternura y dijo: -tienes unas nalgas muy ricas, espero poder verte en otra ocasión por aquí Yo le dije que no era de ahí y sólo iba de visita y que al siguiente día regresaba a la CDMX, me beso una vez más y en silencio abrió la puerta del closet y salió, ni siquiera hubo tiempo de pedir su número o preguntarle su nombre o de donde era, porque de manera inmediata salió del lugar. Algo cansado pero muy satisfecho y feliz, subí nuevamente a la azotea y ahí estaban sentados mi padrino y mi amigo Pedro, me senté a su lado y después de unos minutos de silencio mi padrino dijo: -como te fue ahijado, ¿encontraste algo bueno? -suspire, mire a las estrellas y dije: -muy bueno padrino… Mi amigo comentó que a el también le había ido muy bien, además dijo que ya tenía hambre y al fijarme en mi reloj eran las 10:55, así que antes de que nos pidieran salir de ahí, nos encaminamos a la puerta. Ese desconocido de los cuartos oscuros fue uno de los muchos hombres que disfrute en tierras oaxaqueñas, pero esa ya es harina de otro costal. 
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