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La joven concubina
Fecha: 27/09/2019, Categorías: Grandes Relatos, Autor: britneysexy, Fuente: CuentoRelatos
... me imaginaba su boca, oliendo a tabaco y a comida árabe, aplastando mis labios, y me tocaba… Y cuando él, con disimulo, allí en la sala verde del Serrallo, me agarró por la cintura y puso su mano en mi hombro para sentarme a su lado en la mesa de banquetes, me estremecí… Fue una cena bastante extraña, parece que todos los alimentos y manjares tenían un significado que a mí se me escapa, aunque algo he llegado a saber, parece que todos tenían algo que ver con la fertilidad y el vigor y excitación sexual, tanto de hombres como de chicas. Eran alimentos y bebidas destinados a que Tarik tuviese una respuesta sexual exacerbada y yo me entregase complacida a él sin resistencia. Recuerdo que entre otras cosas que he olvidado, había unas albóndigas de carne con unos tomates gratinados muy cargados de pimienta, un delicioso cordero asado con cuscús, ajos, cebollas, cilantro, apio, zanahorias, dátiles, frambuesas y salsa de yogur, unas bandejas llenas de ostras frescas al natural, unos higos confitados con canela, una extraña bebida con gusto dulzón y fuerte que me hicieron tomar y que al parecer tenía miel con leche de camella, esencia de azahar y algo más llamado chiba o absenta que no sé qué es, unos quesos de cabra de sabor muy fuerte y picón, y, especialmente para mí, alguien les había dicho que me gustan mucho, un gran plato de fresas con nata azucarada. También me hicieron probar varias infusiones, creo que una de té verde con menta y otra de una cosa que llamaban té de ...
... ginseng. Y justo después de la cena ceremonial con miembros de su kábila según la tradición musulmana, el hombre que yo pensaba que era mi marido – en realidad, ya lo sabéis, era sólo mi señor-, me dio un gran pellizco en el culo delante de todos que hizo que me ruborizase, al tiempo que hacía un chasquido extraño con la boca, casi un eructo… Los últimos asistentes a la cena, todos miembros varones de su familia o clan, se habían ido despidiendo de Tarik y marchando. Estábamos ya solos, Ibn Tarik, yo, y sus servidoras atentas a cualquier deseo suyo. Salimos de la sala. Tarik me agarró suavemente por la cintura, y me indicó el pasadizo que llevaba hacia las habitaciones. Y entré en el que parecía ser la lujosa estancia del hombre, era la primera vez que iba a dormir con él, me sentía muy excitada, alguna cosa que tomé en la cena me había hecho mucho efecto, no sé qué podía ser, yo me encontraba extraña, inquieta, como si desease que Tarik apretase mi cuerpo con sus manos… Entonces las servidoras, todas vestidas con el niqab, se acercaron a mí y me desnudaron, dejándome sólo con una braguita casi transparente de una seda finísima. Me perfumaron con una fragancia muy intensa, me dijeron que serviría para avivar el deseo de mi señor y hacerle gozar más intensamente cuando me tomase por primera vez. Me sentía cada vez más inquieta, fui al lujoso baño a mojarme la cara, pero allí estaba también Tarik orinando y mojándose la cara, no me hacía aún a la idea de que era mi marido, ...