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Un rapidito con un maduro dominante.
Fecha: 27/09/2019, Categorías: Gays Autor: contameunahistoria, Fuente: SexoSinTabues
Hola mi nombre es Martin y esta es una historia de un Rapidito muy intenso que tuve. Originalmente iba a ser corto, pero se alargó un poco jeje. Este es un relato corto como el polvo que me dio mi macho esa mañana, e igual de caliente; hace un par de semanas tuve un encuentro con un madurito que conocí en un chat, todo normal lo he hecho varias veces, nos encontramos y nos matamos en un telo. Yo soy súper tapado así que suelo tener un solo polvo y desaparezco para evitar complicaciones, pero esta vez hable de más. Él era súper dominante y me encanto, me dejo satisfecho y me tome unos 20 minutitos para descansar sobre su pecho y conversamos un poquito. Y así termino mi encuentro del viernes o eso pensé yo. Ya era lunes por la mañana y yo en mi oficina atendiendo a las diferentes personas que pasaban a hacer sus trámites, y en mis tiempos libre me quedaba viendo el vacío reviviendo esa noche con mi macho dominante, las palabras que me susurraba como me sometía con todo su cuerpo sobre mí y sus enormes brazos, “que bien que hacia el papel de dominante” pensé para mis interiores con una sonrisa en la cara, que equivocado que estaba. Eran ya las nueve y estaba con una viejita que venía para llenar unos formularios, y la puerta se abre, mi respiración se paró, mi piel se debe haber puesto de todos colores. Ahí estaba el mi macho dominador, con una sonrisa de satisfacción y su mirada de cazador; tenía a su presa. Mi habla se volvió como un suspiro y murmuraba mientras le intentaba ...
... explicar a la señora lo que tenía que hacer. Mi mirada estaba completamente fija en él. El me miraba pavoneándose por mi oficina. Y ahí me di cuenta de mi error, di demasiados datos, vivimos en un pueblo chico y no había muchas oficinas, y lo peor él sabía que yo era el único empleado. El revisaba las habitaciones cálculo para asegurarse que estemos solo, el descaro con el que se manejaba hubiese hecho que le gritase si fuese cualquier otro, pero verlo me inmovilizaba. Terminado su reconocimiento se sentó justo detrás de la señora con una sonrisa en su cara, y las manos en su entrepierna, se manoseaba sin ningún pudor el bulto que se le formaba en su pantalón, la incertidumbre de lo que haría este hombre que realmente solo había visto una vez en mi vida, me tenía temblando, pero ese bulto me estaba excitando de sobremanera, recordando cómo me clavo, y como lo monte, mi boca se sentía seca de la excitación. Finalmente la viejita se retiró y me quede solo con él, inmediatamente baje mi mirada necesitaba recuperar el control de la situación; yo soy súper tapado y una cosa es mi vida y otra cosa es mi vida sexual. Y en mi vida sexual soy medio come-hombres, una vez que arreglo un encuentro donde me sienta cómodo, voy sin ningún pudor. Pero acá esta este hombre de mi mundo sexual estaba entrometiéndose en mi vida, no sabía manejarlo. Me pare decidido a enfrentarlo, me tenía en sus manos, quise verlo a los ojos para desafiarlo pero su tamaño me intimido, el un hombre de 54 años, 190 ...