-
Un rapidito con un maduro dominante.
Fecha: 27/09/2019, Categorías: Gays Autor: contameunahistoria, Fuente: SexoSinTabues
... de alto, cuerpo robusto, pelo cano y bigote, y yo con mi 23 años 167, 60 kg, piel blanca y apariencia frágil. Esa diferencia que el viernes pasado me gustó tanto, como para llamarlo mi papi mientras sentía su respiración en mi nuca, ahora era mi perdición. Baje mi mirada posando mis ojos en su bulto, que solo me hacía avergonzarme más. Pero estaba decidido: -Martin: E-ey que haces, d-desubicado acá trabajo yo!! Fue lo único que pude conjurar, no sé si tenía sentido o no, pero justo cuando pensé que podía juntar algo de fuerza. El habla: -Jorge: Martin… Ahí toda mi fachada se vino abajo yo siempre en mis jueguitos de putito de closet, siempre use nombres falsos, Javier, José, Mario etc. Y así me engañaba pensando que no era yo. Pero ahí estaba ese macho dominante que el viernes pasado me uso como quiso y yo le gemía como el mejor de las putas, llamándome por mi nombre, no tenía donde esconderme. Mis ojos se pusieron lagrimosos, y mi expresión era la de un nene haciendo un puchero. Me tenía. -M: P-Por F-favor… No sabía por qué rogaba, pero era obvio como se iba a dar la situación, quería un poco de clemencia. -J: Veni para acá. Apoyo firmemente su mano en mi nuca guiándome hacia el cuarto de atrás yo me dejaba llevar como un nene castigado. Entramos a una cocinita que había, de 2 x 2 metros, con mesada heladera, y cocina, era claustrofóbico en ese momento. Me puso contra la pared y me enterró la lengua en la garganta, yo ponía mis manos en su pecho robusto, mitad empujando y ...
... mitad sujetándome a su ropa al mismo tiempo. -M: No acá no, por favor, es mi trabajo alguien puede venir. Sin hacerme caso procedió a abrirse la bragueta y empujar mi cabeza hacia abajo. Mientras bajaba mis manos fueron a su bulto como de costumbre, pero mi corazón se aceleraba como nunca antes. -J: Mientras más rápidos cumplas con tu deber de putito más rápido me voy a ir. Entendí la situación, y abrí mi boca. He chupado mi buena cantidad de vergas y tenía costumbre, pero esta situación era toda muy ajena para mí, la forma, el lugar y mi estado de ánimo, y esta mamada también lo fue. Mi boca estaba muy seca por lo alterado que estaba, y su verga no estaba erecta sino más bien morcillona y esos 20*5 se hacían notar, en vez de deslizar por mis labios como estaba acostumbrado su verga peleaba con mi lengua por la falta de lubricación, y se abría paso de a poco, y al estar morcillona buscaba llenar cada espacio de mi boca. Sentía como la piel de su verga se pegaba contra mi lengua y las paredes de mis mejillas, haciendo sonidos de chasquidos cada vez que se despegaban; estaba mascando su verga como un chicle. Me tomo unos minutos adaptarme, me di cuenta que en esa situación la mejor forma de estimularlo no venia del movimiento de mi cabeza si no de mi mandíbula, bajándola y subiéndola masajeando todo su tronco. Al minuto ya estaba concentrado en la tarea, lamiéndole las bolas con pura dedicación, y embriagado por el sabor a verga de este hombre. Pero tenía mi meta clara necesitaba ...