Insatisfecha - Relatos Eróticos

Insatisfecha

... día, Mariana está con su novio y el pequeño Tobías en el colegio, el clima afuera es frío, pero por dentro estoy hirviendo, tu eres experto en hacerme sentir deseo, ahora me dirijo a la cocina por algunas cosas, un pan de manteca y una botella de agua, subo las escaleras y me dirijo a mi habitación, cierro la puerta, quiero que aunque no haya nadie esto sea solo entre nosotros dos, por la mañana me dijiste que querías sacar esa puta hermosa para ti, no lo podías decir mejor, hoy soy completamente tuya…

Bajo las cortinas y busco en mi ropa ese sostén deportivo blanco, las medias que pediste, los tacos altos, los condones, la máquina de afeitar y ese enorme dildo con forma de pene, ese que es solo un secreto entre ambos, ni siquiera mi esposo sabe de su existencia, lo tiro en mi cama y lo miro con hambre…

Y me paro frente al espejo, suelto mi cabello, tan negro que resalta en mi cuerpo, comienzo a desnudarme frente al mismo, como si tu estuvieras viendo, me gusta la imagen que me devuelve, me gusta hacerlo lento como seduciéndote, saco mi remera y quedo en sostén, después bajo mi short y quedo en esa tanga negra que te gusta, me la puse anoche luego de la ducha, es más excitante para la hora del juego, quedo frente al espejo y me quedo mirando la imagen, te gusta lo que ves? te gusta como esa tanga se pierde en mi culo?. Ahora quito mi sostén, mis tetas quedan desnudas, solo las miro, te imagino y me río, aún sigo preguntándome que rayos les vez... retiro mi tanga que ...

... esta mojadísima, creo que te gustaría ver eso...

Estoy completamente desnuda, solo mi cabello cubre un poco mi cuerpo, estoy sentada en la cama con la computadora frente a mí, he puesto un video porno de esos donde pasa un hermoso trio y las dos chicas terminan chupándole la verga al hombre, me encantaría poder hacerlo ahora mismo y mientras el video se reproduce me preparo para lo primero que pediste, jugaremos con tus reglas, me siento sobre una toalla, tomo la afeitadora y abro las piernas, lo primero que siento es que mi conchita está inundada, eres un maldito, me has tenido así tres días, ni mi esposo pudo tocarme, bajo la vista y efectivamente estoy demasiado mojada, solo puedo sentir que mi respiración se agita, mis pechos desnudos se mueven al ritmo de ella, me has prohibido tocar cualquier punto erógeno de mi cuerpo, así que me aguanto las ganas, me siento tan caliente… ahora tomo un respiro profundo...

Me preparo para depilarme, pongo un poco de crema para afeitar como normalmente lo hago, solo rozo con mis dedos, el contacto es insoportable… ah!!!... comienzo a afeitar con delicadeza, recordando que lo hago por ti y para ti, recordando que te gusta, que me lo pediste y que aunque no puedas ver a diario, siempre trato de mantener esa zona así porque sé que a ti te gusta, aun por sobre los deseos de mi esposo, quien no cesa de preguntar por qué diablos me depilo, y es que… demonios, me gusta darte placer, que sepas que mi conchita esta así para ti es excitante... ...