Me muero de la vergüenza pero me encantó
Fecha: 30/09/2019,
Categorías:
Confesiones
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... privilegio de que yo lo aceptara, jijiji, que loco ¿no?, eso alimentó mi ego y mi placer de manera que comenzó a presentarse un nuevo orgasmo, me sujetó de la cintura con fuerza, sujeté sus muñecas también con fuerza sus embestidas eran brutales y en unos minutos tuve un orgasmo apretando los ojos, gimiendo y mordiéndome los labios para no gritar, nuevamente me desguancé, esta vez me quedé totalmente sin fuerza, dejé caer brazos y piernas a los lados de la mesa, respiraba con dificultad...
Pero... él... ¡NO SE DETENÍA!, al notar que había terminado mi orgasmo se salió repentinamente, me hizo voltear bruscamente para ponerme con el pecho y el vientre sobre la mesa y los pies en el piso, acarició mis nalgas, o mejor dicho las restregó, luego me las leventó un poco y apoyándose con las manos en mis nalgas me penetró por atrás hasta el fondo en un instante, ya no hubo delicadeza, no comenzó lentamente, continuó con una intensidad bárbara y yo estaba completamente exhausta, ya no podía más, me relajé en la mesa y le permití hacer lo que quisiera deseando que terminara lo más pronto posible, luego me sujetó de tal forma de la cintura que no hubiera podido hacer nada para escapar ni tenía ya una sola pizca de fuerza para oponerme o protestar, entonces, cuando pensé que no podía ser más intenso, comenzó a empujar de tal manera que la mesa se tambaleaba ruidosamente, nuevamente me provocaba un ligero dolor, entonces me levanté un poco y apoyé los codos en la mesa y volteé para ...
... decirle "¡cuidado nos van a oir...!" pero no continué hablando, al mirarlo quedé perpleja, tenía los ojos volteados casi en blanco, volteaba la cara hacia arriba, luego hacia un lado, luego hacia el otro, jadeaba trabajosamente y repentinamente apretó los dientes y comenzó a gruñir como si cargara algo muy pesado y súbitamente se detuvo sujetando con furia mi cintura y empujando con todas sus fuerzas, pude sentir su pene unos centímetrós más profundamente dentro de mí, otra vez sentí un poco de dolor y luego unos espasmos de su pene, ¡estaba sintiendo su orgasmo!, ¡un violento, intenso y prolongado orgasmo!, ¡increíble, jamás en la vida había sentido el orgasmo de un hombre!, esa expresión de infinito placer, esa tensión muscular, esa tremenda fuerza al sujetarme y ¡por todos los cielos!, ¡esos tremendos espasmos peneanos en mi interior!, no sabía que existieran y me pregunté ¿en verdad yo hice que este hombre sintiera algo tan intenso?, ¿en verdad me desea tanto como para sentir esto por mí?, varios segundos después seguía sujetándome con fuerza, recobró la conciencia lentamente y en cuanto la respiración se lo permitió me dijo "¡oh, corazón, que pena, discúlpame!, ¿te lastimé?, perdón, me perdí por un momento, me perdí en tí!, me arrancó una sonrisa, dejó de sujetarme con fiereza, ahora me sujetaba suavemente pero no me soltaba, comenzó a retirar lentamente su pene y a cada deslizamiento se quejaba un poco como si le doliera y su pene se estremecía, podía sentirlo claramente, ...