1. IN VITRO


    Fecha: 06/09/2017, Categorías: Infidelidad Autor: murgis, Fuente: RelatosEróticos

    ... mi leche. Casi grité de gusto mientras que apretaba sus nalgas para clavar más mi polla. Me quedé muy quito encima de ella, pero Marta me separó con la mano y se giró para que saliese de ella.
    
    Nos quedamos tumbados uno al lado del otro, sobre la cama revuelta. Yo tomaba aire como podía y vi que Marta se levantaba, abría el armario y revolvía la ropa de un cajón. Sacó una caja y vino de nuevo a la cama.
    
    Me incorporé y vi que sacaba de la caja un vibrador de unos veinte centímetros y con un grosor más que considerable. Era de color negro, flexible pero duro, con un capullo bastante acentuado y redondo. Tenía incluso las venas a los largo del tronco. En la parte de abajo había un botón que giratorio para la intensidad de la vibración.
    
    Yo no daba crédito a aquello, pues jamás me contó que tenía semejante artilugio escondido en un cajón del armario. Marta sacó un tubo de vaselina y untó la polla de goma de arriba abajo hasta que quedó muy brillante. La muy puta estaba desatada, ya no le importaba lo que yo pensase de ella.
    
    Se puso a cuatro patas encima de la cama, con el culito en pompa y el vestido negro recogido a la altura de la cintura. Tenía los pechos fuera del vestido y le colgaban con los pezones de punta mirando hacia la cama. Me miró y me ofreció el vibrador. Lo cogí esperando instrucciones.
    
    -Ya que no tienes polla para follarme utiliza ésta mi queridito cornudo. Dale gusto de una puta vez a tu mujer, aunque sea con polla ajena.
    
    Introduje lentamente ...
    ... el capullo de aquel pollón de plástico negro. Entraba muy bien. Noté que mi semen hacía también de lubricante. Marta soltó un pequeño gemido, mitad gusto mitad molestia, debido al grosor supuse, pero no paré de ejercer fuerza hacia su coño. Cuando me quise dar cuenta estaba más de la mitad dentro de su coño. Marta permanecía callada, respirando rápido, con la cabeza baja y los ojos cerrados. Empecé el movimiento del mete saca y Marta empezó a gemir con más continuidad. Gemía a cada metida de aquel pollón negro. Estaba claro que estaba acostumbrada a jugar con él, su coño se adaptó rápidamente a su grosor. La muy puta lo disfrutaba bien disfrutado.
    
    -Así cornudito, sigue así….. Qué pollón tiene tu amigo… Seguro que es así de gordo! Ahhh… Dale un poquito a la vibración…
    
    Giré un poquito el botón y la polla de plástico empezó a vibrar despacio. Sentía un ligero cosquilleo en la mano mientras metía y sacaba el vibrador de su coño. Marta estaba gozando de lo lindo. Mi polla ya no le satisfacía, me había convertido en su mamporrero particular. Su marido degradado a eso, y lo peor era que volvía a notar como mi polla se empalmaba de nuevo producto de sus sucios y humillantes comentarios.
    
    Decidí intentar meter más profundo aquel pollón y alargué las metidas ayudándome de las dos manos. Marta empezó a encoger el culito, a arquearse, pero no dejaba de gemir como una puta loca. Vi que ella era consciente de que estaba usando las dos manos y eso debió de darle más morbo.
    
    -Qué ...
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