1. Un tipo con suerte - Mi iniciación sexual II


    Fecha: 30/09/2019, Categorías: Incesto Autor: HombreConSuerte, Fuente: CuentoRelatos

    ... propia. Comencé a desanimarme de lo que pretendía, ya que no la veía casi nunca.
    
    Una noche llegué tarde, al entrar hacia mi habitación paso frente a la puerta cerrada de la de mi tía y escucho sollozos adentro. No me pareció raro con todo lo pasado, supuse que estaría llorando.
    
    Fui a mi cuarto y me cambié, volví a salir para ir al baño y al pasar nuevamente por el cuarto de mi tía escuché un gemido. Sí, era un gemido, no un llanto. Me acerqué a la puerta y traté de escuchar algo más claro.
    
    Lo que escuché me asombró, era mi tía gimiendo como una perra. Lo primero que pensé era que había vuelto mi tío, pero enseguida lo descarté, no era posible. Entonces supuse que ella tendría un amante y lo había dejado entrar tarde.
    
    Volví a mi cuarto sin hacer ruido y esperé a ver si salía alguien ya que de haber entrado tenía que salir mucho antes que cualquiera se levantara. Media hora después se abre la puerta del cuarto y sale mi tía semidesnuda hacia el baño y se encierra. Me acerco y escucho que abre la ducha, o sea estaba bañándose.
    
    Me asomé en su cuarto y vi que estaba vacío, entre despacio y quedé pasmado al observar sobre la cama revuelta, un consolador de aproximadamente 16x3 y una revista porno con fotos de parejas. Mi tía se había hecho una flor de paja con un consolador y una revista.
    
    Salí de la habitación sin hacer ruido y entré en la mía que estaba enfrente en diagonal a la de ella. Espere que saliera de bañarse.
    
    Cuando salió, se cruzó caminando casi ...
    ... totalmente desnuda desde el baño a su cuarto.
    
    Solo vestía una bombacha, nada más. Pude observar un hermoso par de tetas que casi ni se movían a caminar de lo duritas que estaban. Eran grandes, realmente grandes y ella mostraba aparte un cuerpo muy apetecible.
    
    Me di cuenta que se me paraba la pija, y me tuve que masturbar dos veces esa noche antes de poder dormir solo un par de horas.
    
    Al otro día cuando me levante, mi tía ya estaba levantada y preparando un desayuno para mí.
    
    La observé realmente con otros ojos. Presentaba un lindo cuerpo. Las tetas siempre ocultas detrás de mucha ropa suelta, de modo que no mostraba lo hermosas que eran y que yo había visto la noche anterior.
    
    Al contárselo mas tarde a Isabel me dijo -ves ahí tenés, aprovechá la ocasión, olvidate por ahora de tu prima y cogete a tu tía-. Me metió la idea en la cabeza.
    
    A partir de ese momento, cuando sabía que mi prima no dormía en casa, dejaba la puerta abierta y dormía casi desnudo, de nada sirvió.
    
    Cuando me levantaba empecé a usar pantalones muy livianos tipo joggins y algo apretados de manera que se notara bastante el bulto. Traté de estar más tiempo cerca de ella, charlar más.
    
    Un viernes al llegar la noche, mi prima mayor salió con la amiga, la menor fue a la nueva casa del padre y mi tía y yo quedamos solos.
    
    Cenamos y nos quedamos haciendo la sobremesa.
    
    -No sales sobrino- me dice mi tía. Pensé que quería que salga para dedicarse abiertamente al consolador.
    
    -No tía, no tengo con ...
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