Mi suegra de 63 y me gusta... - Relatos Eróticos

Mi suegra de 63 y me gusta...

... excitaba demasiado el saber que mi suegra una señora de 59 años (en ese momento) usara ese tipo de tanga tan deliciosa!, finalmente siguió pasando el tiempo, en una ocasión fui a su casa a recoger un documento, yo tenían llaves de su casa "por cualquier cosa que se ofreciera", y al entrar pensé que no estaba, pero de repente oí ruido en la ducha, subí las escaleras y en efecto se estaba bañando con la puerta un poco entreabierta, le alcancé a decir "ah pensé que no estaba", me contestó: "pensé que alguien se había metido a la casa", soy yo no se preocupe sólo vine a recoger una documento, la platica siguió de modo que ella salió de bañarse, estábamos los dos solos y obvio yo con nervios porque estaba con solo una toalla frente a mí, cabe mencionar que en otras ocasiones su pudor lo fue perdiendo frente a mi de tal modo que en ocasiones llegábamos a su casa y ella aún en camisón de dormir, que dejaba ver ese rico par de tetas que tiene, y ese redondo trasero, igualmente en otras ocasiones se paseaba frente a mi con sólo una toalla de baño, lo que me hacía pensar en algún tipo de insinuación por su parte (nunca le dicho ni propuesto nada), el caso es que ese día salió de bañarse en una situación "normal" o que ya era común, sin embargo, empezamos a platicar de la situación económica que ...

... atravesábamos en ese momento mi esposa y yo, y que no era muy buena; de repente ella empezó a llorar...diciendo que nos quería mucho que a mi me veía como un hijo más, etc. etc. a lo cual yo dije: y ahora que hago? ella siguió llorando, entonces me acerqué a ella y la abracé, en el momento en que sentí su tetas contra mi pecho mi pene se empezó a poner duro, mi corazón latía a mil, por mi mente pasaban muchas cosas, y una idea loca de querer cogerme a mi suegra, estábamos a un paso de su recámara, solos, ella casi desnuda, traté de no pegarme mucho a ella ya que sentía que mi corazón salía y que ella notara lo nervioso que estaba, le dije que no se preocupara que todo estaba bien,tome sus manos y ella me miraba a los ojos como esperando algo más, ganas me daban de darle un beso en la boca y que ambos termináramos donde debíamos, sin embargo, sólo atiné a decirle que todo iba a estar bien, ella no soltaba mis manos y mi pene estaba en un modo tieso pausado, ese momento que los hombres sabemos que la tenemos dura pero que no queremos que nadie note nuestra erección, en fin solo le di un beso en la cabeza y me fui... y es así como terminó (pienso yo) la oportunidad de tener ese jugoso par de tetas en mi boca y haber metido mi pene es esa peluda vagina, que se ve pide a gritos una buena cogida...