Loly mi nena perversa
Fecha: 04/10/2019,
Categorías:
Confesiones
Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos
Mi hija es una joven y apetecible mujercita, con todas sus hormonas a full, alborotadas y exultantes, con todas las ganas de realizarse, cumplir el desafío que la naturaleza, perder la virginidad para ganarse el título de hacerse mujer. Entregarse al hombre de sus sueños para que sea él quien desflore su virginidad, pero este acto representa algo más que una relación sexual, involucra sentimientos y emociones que no está dispuesta a regalar al primero que se le cruce, tiene la idea y la decisión de hacerlo con quién ella cree merecer todas sus consideraciones: su papi.
Es joven pero decidida a cumplir los objetivos propuestos, había armado la forma y el modo que se entregaría al hombre elegido, el resto de la trama fue obra de las circunstancias totalmente causales y preparadas para dejar de ser virgen.
Con todas la ganas en ebullición, la cerveza y tener toda la noche solo para nosotros, fue la tormenta perfecta que para romper los códigos morales, transgredir preceptos bíblicos, derribar todas las objeciones de conciencia y déjame llevar por la pasión y el desenfreno.
Suele decirse que la ocasión hace al ladrón, yo agregaría que la provocación a la perversión.
Esa calurosa tarde de verano me había quedado solo en casa con mi adolescente hija. Su juventud amerita una satisfacción sexual con carácter de urgente, el cuerpo pide calmar esos deseos que la inquietan hasta la crispación, las ganas florecen como la primavera, sobre todo en esa acalorada tarde, que se ...
... había sacado la musculosa y el short para quedar solo con esa pequeña bombacha blanca, tendida en la reposera para recibir sobre la tersura de su piel las caricias del sol.
Mientras disfrutaba de una cerveza helada, me había quedado absorto contemplando la anatomía de la nena, tendida boca abajo. No comprendo bien qué fue lo que me sucedió, por un momento me sentía atraído por ese cuerpo virgen y juvenil casi desnudo, con abstracción de la relación paternal, más aún diría que en ese momento me había perdido en mi propia lujuria, estimo que la excitación y calentura habría sido a consecuencia de un tiempo de abstinencia sexual.
Sin darme real cuenta de la situación, me encontraba siendo protagonista de una situación inédita, jamás imaginada, ni aún en la más afiebrada de mis lujuriosas fantasías, pero… la vida tiene esas sorpresas, escollos y pruebas que no siempre podemos eludir, esto que me estaba pasando era una prueba palmaria de que la visión lúdica de ese cuerpo había activado mis fantasías y ahora se habían convertido en una arrolladora locomotora fuera de control.
A mis sesenta y algo más los vivo a pleno, con toda la pimienta, la sesión de gimnasia y la adicción casi compulsiva por el erotismo y el sexo es el motor que hace que la vida tenga sentido de ser disfrutada a pleno. Ser opend mind me permite adoptar una postura filosófica frente a la vida, tomarme algunas licencias sin demasiadas culpas, esos son los antecedentes necesarios para conservar el carácter ...