Ana la empleada madura - Relatos Eróticos

Ana la empleada madura

... mantuve hasta que llego al fondo “ya le metiste toda ahora sácamela… que me está doliendo” me dijo, y yo le conteste “déjame que te disfrute un ratito asi… esta rico como lo tienes de apretadita mamita”, yo comencé a moverme un poquito a mí me encanto pero a ella no le estaba gustando pero había que darle el mérito porque estuvo a la altura, “te gusta como esta de apretadito mi niño… papi disfrútalo pero dame otra vez por la rajita… quiero sentirte otra vez dentro de mi” me dijo, yo no podía dejar a con ganas de verga en la cuca a Anita se la fui sacando de a poquito y pude ver cómo le quedo de abierto el ano, con las sabanas de mi cama limpie la tunta de mi verga, la acosté y le abrí las piernas y los labios de la panocha que los logre ver entre esa mata de pelos, se la deje ir de un solo, ella solo pujo y dijo: “hay que rico… dame duro papacito”, la obedecí y me gustó mucho darle con violencia en su rajita, le puse las manos sobre las tetas y se las apreté y jaloneé los pezones, le gusto lo duro que le estaba dando, ella comenzó a gritar del placer que le estaba dando.

Cuando sentí ella estaba viniéndose y de lo rico que se vino hasta se hizo pipi, solo sentí el chorrito caliente por mis huevos, se sintió rico eso yo no dejaba de moverme, pero ella me decía que ya, le saque la verga y dije a moverla con mi mano, acabe en ...

... su vientre con un chorro considerable de semen que llego hasta sus tetas, ella tomo parte de mi semen y se lo comió, me confeso que jamás había probado semen y yo quede cansadísimo de toda la faena me acosté y ella estaba junto a mí, y me dijo que estaba muy avergonzada porque se le había salido un chorro de meados y que no pudo aguantar más, ella se levantó de la cama y trato de ponerse sus calzones y no podía por la cogida estaba temblorosa, “puta papacito ya vistes como me dejaste…”, “jajaja… siii bien abierta mamacita… por eso sentís la piernas así” le dije, me pidió que me levantara de la cama para quitar las sabanas y lavarlas, se cambió y me dio un beso y agarro la verga y me dijo: “no le vallas a decir nada tu mama y vas a tener más de esto cuando voz digas”, se llevó las sabanas y salió ya era casi la hora de que alguien fuera llegando, yo me quede desnudo en la cama por un rato y después de un rato me fui a bañar me encanto todo lo que hicimos.

Desde ese día pasamos 3 años de muy rico sexo, le di cuantas veces quise y ella fue quien me despertó mi amor por los cuerpos de las maduras, con ellas realice todas mis fantasías que les contare en un par de relatos más adelante.

Quiero compartir más con ustedes dejen sus comentarios y su correo y compartiré con ustedes unas fotos de Ana y algo más.

Saludos

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