Las Mujeres de mis Amigos son Sagradas
Fecha: 05/10/2019,
Categorías:
Anal
Sexo en Grupo
Hardcore,
Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... agarrado a sus caderas no dejaba de perforarla aumentaba mi disfrute.Pero me faltaba una cosa. Me faltaba verla. Tal y como estábamos solo sentía, no veía. Y yo deseaba verla. Ver mi polla en su boca, mirar a sus ojos mientras ella me la mamaba, pasarle la `polla por su bello rostro. Por eso la hice parar, para seguidamente arrodillarme también delante de su cara.No era perfecto, pero al menos disfruté de la visión de sus lindos ojos negros mirándome y de sus labios distendidos alrededor de la gruesa punta de mi polla. Ella gemía de placer, follada sin parar por su legítimo marido. Le saqué la polla de la boca y se la pasé por la cara, por la frente, por las mejillas. Pero solo para volver a metérsela dentro de su inexperta boca.De repente oí gruñir a Antonio. Miré y vi como le sacaba la polla y se corría sobre una de sus nalgas. Apenas dos chorritos de blancuzco semen que enseguida esparció por la zona.Agotado por el esfuerzo y el placer se sentó en el sofá, respirando agitadamente.Elena me miró a los ojos. Sin sonido, solo moviendo los labios me dijo algo que entendí sin dificultad.-Fóllame ya.-Antonio... amigo - dije, mirándola a ella a los ojos.-¿Ummm? - respondió él, aún medio grogui.-Me voy a follar a tu mujer. ¿No te importa no?En ese momento me importaba un bledo si a él le importaba o no. Me la iba a follar de todas todas.-No, no... fóllatela. Estaba tan cachondo que me corrí enseguida. Ella no llegó.-Bueno, a ver si yo logro que llegue. Déjanos sitio.-Uy, sí, sí, ...
... pónganse cómodos.Antonio se levantó y se sentó en el otro sofá. Yo también me levanté y me quité la camisa y los pantalones. Elena me miraba la polla.-Ponte acostada boca arriba - le ordené.Ella se dio la vuelta y se quedó acostada, con la cabeza apoyada en uno de los posa brazos. El vestido se le había subido y se le arremolinaba sobre la barriga. Abrió sus piernas en una clara invitación, pero antes de aceptarla, me quedé unos segundos admirando tanta belleza.La atractiva Elena, acostada en aquel sofá, con las mejillas sonrosadas y el cabello revuelto. El fino vestido pegado a su cuerpo. Sus pezones eran como dos pitones que pugnaban por romper la tela del vestido. Y abajo, entre sus torneadas piernas, uno de los coñitos más lindos que yo había visto. De vello negro como el carbón, sobre su pubis. De labios sonrosados y brillantes por la excitación, hinchados de deseo. Mi polla brincaba sola.No esperé más. El deseo que sentía por aquella mujer me lanzaba a follármela salvajemente, pero preferí ir despacito. Me arrodillé en el sofá, entre sus piernas y me agaché sobre ella, hasta que a punta de mi polla frotó aquel caliente y encharcado coño.La acaricié, con la punta de mi polla presionando sobre su clítoris, mirándola a los ojos, aunque ella los tenía cerrados. Los dientes apretados, quizás esperando mi estocada.Pero la hice sufrir. Le pasé la polla por toda la zona, pero sin intentar metérsela. Al rato, ella abrió los ojos y me miró.-¡Fóllame de una puta vez! - me gritó.Miré ...