1. Las Mujeres de mis Amigos son Sagradas


    Fecha: 05/10/2019, Categorías: Anal Sexo en Grupo Hardcore, Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    ... a Antonio. Él se limitó a asentirApreté. Mi polla encontró su camino y de un solo empujón, lentamente pero sin detenerme, le enterré toda mi hombría hasta el fondo de su coño. Elena apretó los dientes, levantó el cuello y se corrió en el acto. Noté las contracciones de su vagina alrededor de mi polla. Se quedó unos segundos sin respiración, para luego gritar su placer.Le dejé la polla enterrada, sin moverme, solo sintiéndola. Iba a gozar mucho de follarme aquel coñito. Era caliente y apretado. Si estaba habituado solo a la polla de Antonio, la mía tenía que llenarlo.Cuando el cuerpo de Elena se relajó comencé a moverme yo. Y comenzaron sus gemidos. No paró de gemir durante todo el tiempo que estuve follándola.Bajé mi boca hasta su boca, besándola con pasión, lamiendo y chupando su lengua, sin dejar de bombear cada vez más rápido. Besé su frente, su cuello, sus labios, sin dejar de follarla ni por un segundo.No tardó en volver a correrse y antes de que gritara le tapé la boca con mi boca. Su siguiente orgasmo fue poco después y su grito se apagó entre mis labios. Mi propio orgasmo se estaba formando, así que arrecié con mis embestida hasta que no pude más y estallé.Antes de que el primer latigazo de leche saliese por mi polla, se la saqué y me quedé arrodillado. Agarré mi verga para no hacer un estropicio y me corrí. De mi polla salieron con fuerza varios chorros de espeso y cálido semen, el primero tan fuerte que le llegó a Elena hasta el cuello y manchó hasta sus tetas. Los ...
    ... siguientes fueron cayendo sobre su cuerpo, sobre su vestido. El camino que iba desde su barriguita hasta su cuello se llenó de blancos regueros.Mis corridas suelen ser muy copiosas, y cuando estoy muy caliente, como en aquel momento, más aún. Fueron como 10 y 11 choros, aunque los últimos cayeron sobre su pubis.-¡Joder Juan! Vaya corridón -exclamó Antonio - Casi la bañas en leche.Elena tenía los ojos entornados y la mirada como ida. Yo me senté a su lado y Antonio permaneció en el otro sofá. Vi como él me miraba la polla.-Vas bien armado. Las tendrás loquitas - dijo.-Bueno, no es todo cuestión de tamaño. Sino saber usarla - le contesté.-Ya, ya, eso es muy fácil decirlo con semejante tranca entre las piernas.Elena se incorporó, se miró el cuerpo y me miró a mí.-Será mejor que me cambie de ropa. Me has dejado perdida.Se levantó y se marchó por el pasillo. Mis ojos se fijaron en su precioso y tentador culito. Solo de pensar en clavarle la polla en esa preciosidad hizo que mi polla recuperase parte de la dureza perdida tras el orgasmo.Me sentí un poco ridículo, sentado en un sofá con la polla dura mientras en el sofá de enfrente mi amigo me miraba.-No estuvo mal, ¿No? - preguntó Antonio.-No, nada mal. Elena es una gran mujer. Y muy atractiva.-Ya veo. No se te baja la polla. A mí me cuesta volver a empalmarme después de correrme.-Y a mí, no creas - mentí, cogiendo mi camisa y tapándome, con pudor.-A Elena también le gustó. La hiciste correr muchas veces.-Oye, Antonio. Espero que ...
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