1. Anita y ese vestido negro


    Fecha: 05/10/2019, Categorías: Anal Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... pude ver que ella dejaba de quejarse y comenzaba a jadear y a gemir…Parecía estar gozando de esa verga en su culo.Anita acabó dos veces aullando a todo volumen, mientras ese flaco le taladraba el orto sin piedad; cada vez con más ganas y más violencia. Ella parecía una muñeca de trapo entre sus manos. Y él seguía sodomizándola, mientras no mostraba ni un solo signo de cansancio.Cuando Ana estaba presintiendo la llegada de un tercer orgasmo, Marcos se salió de su castigado culo. La jaló por los cabellos y la hizo arrodillar sobre la alfombra. Luego abrió sus delicados labios rojos con la punta de su dura verga y ella cedió, tragándose la pija entera.La aferró por la nuca y la atrajo hacia él, mientras sus caderas se movían al compás de ese mete y saca. Anita parecía ahogarse mientras intentaba chupar todo ese troncoDe repente la alzó por los cabellos y la volteó otra vez boca abajo sobre la cama. Me sorprendió la facilidad con que la penetró desde atrás, mientras Ana comenzaba a protestar.Se quejaba que le dolía, le pidió que la bombeara más despacio, pero él seguía embistiendo sin escuchar sus súplicas. Luego de torturar su concha un buen rato, otra vez la sacó y llevó a mi esposa de rodillas al suelo, para penetrar otra vez esa ...
    ... delicada boca.Marcos estaba muy excitado y no tardó mucho tiempo en descargarse. El primer chorro sorprendió a Ana, pero de todas maneras se lo tragó por completo. Marcos siguió eyaculando y lanzando chorros de semen en la cara y los cabellos de Ana.Anita terminó de limpiar esa verga a golpes de lengua.Todavía de rodillas y muy sonriente, le dijo a Marcos que él le debía su opinión profesional. El chico le contestó que era una puta relajada, pero una puta muy elegante, después de todo.Ella sonrió y se acostó boca arriba en la cama, totalmente abatida. Sus muslos abiertos dejaban ver ríos de semen que se deslizaban manchando las sábanas.Marcos se vistió y se despidió de ella. Antes de salir, se inclinó sobre ella y zambulló sus dedos en su empapada vagina por última vez.Ana gimió al sentir ese asalto y después cerró los ojos…Salí de mi encierro ya desnudo, sosteniendo mi verga endurecida entre mis manos. Ana sintió que estaba penetrándola y se quedó muy quieta. Acabé enseguida en su castigada concha y ella sonrió al recibir mi semen…Me abrazó y me rodeó con sus piernas, para que no me saliera de ella. Todavía seguía muy, muy caliente.Me dijo que, al día siguiente regresaría a esa tienda… su tarjeta todavía tenía bastante crédito… 
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