Por mal educado
Fecha: 07/09/2017,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Por mala conducta mi padre me envió a la hacienda de un amigo a trabajar, el tercer día discutí con el y le escupí la cara. Se puso pálido y se giró, pensé que me golpearía, pero no fue así. Pasaron 2 días y nada pasó. El sábado a medio día la Hacienda quedó solo, fui a mi habitación a ver tv, estando allí entro el amigo de mi padre, a quien había escupido y un negro enorme. Estaban totalmente desnudos y se abalanzaron sobre mi y empezaron a arrancarme la ropa. Luche contra ellos, pero mido 1.75 y peso 68 kg, ellos eran de 1.85 y 100 kg, y el negro de más de 1.90 y muy musculoso. Al desnudarme me inmovilizaron y llevaron a la ducha, allí me bañaron e introdujeron una manguera en mi ano, llenando mis entrañas con agua. Sentí dolor y grité y ellos la sacaron. Toda el agua salió a presión. Esto lo repitieron 4 veces hasta ver que el agua salía transparente. Yo seguía luchando, pero ya estaba agotado, entonces me llevaron a la sala y ataron mis piernas separadas al las patas de la mesa, y con cuerdas largas mis brazos al otro lado. Quedé doblado, entonces Miguel, el amigo de mi padre dijo: "Luis, abremelo". Luis introdujo un objeto que no pude ver en mi ano, aquello me dolió, pues lo introdujo muy profundamente, sentía mis nalgas húmedas y resbalosas y oí un ruido. Sentí que aquello se inflaba en mi ano y les rogué que me dejaran, después de un rato Miguel le dijo a Luis, "No me lo abras mucho, quiero que sienta como lo desvirgo. Al escuchar esto sentí terror y le pedí que me ...
... perdonara, entonces me dijo: "Eres muy machito agrediendo, pero yo quiero que me mires a los ojos después de esto y me escupas otra vez", y sin más empezó a deslizar su sexo en mi ano. Aquello empezó a dolerme y gemí de dolor, el empezó a moverse lujuriosa y lentamente, impulsando su pene más profundo con cada arremetida, yo gritaba de dolor y trataba de zafarme, entonces sentí un dolor intenso y grite que lo sacara, se lo imploré, pero el empezó a moverse con más intensidad. Poco a poco el dolor fue cediendo y se hizo soportable, pero me sentía humillado, sucio, violado, y empecé a sollozar. Miguel detuvo su movimiento varias veces para prolongar la llegada de su orgasmo, y noté que Luis había filmado todo y tomaba fotografías. No se cuanto tiempo me montó Luis, pues no tuvo ningún apuro, al final eyaculó y salió de mi cuerpo, entonces dijo a Luis, negrito, ahora es tu turno, enseñale como se coje un negro a su hembra. El pene de Luis era más largo y grueso, el tampocó me poseyó con apuro, pues se detuvo muchas veces para dilatar la llegada de su orgasmo. Al acabar Miguel le ordenó que me preparara para castigarme. Yo lloraba de humillación, y verguenza, entonces ví que amarraban mis manos a la mesa, pero boca arriba, y mis rodillas las separaban e inmobilizaban, Luis colocó algo que amarró mis testículos, y entonces Miguel tomó una especie de mazo de madera y me dijo: "De ahora en adelante harás lo que se te ordene, como se te ordene, y muy rápida y complacientemente, o lo que ...