Mi Madrastra, La Más Puta
Fecha: 07/10/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... siguiente transcurrió, como yo esperaba, sin novedades ni tensiones. Pero yo no dejaba de pensar en lo que me había hecho por la noche, y aunque me jodía sobremanera desearla, algo en mí ansiaba que la puerta se volviera a abrir de mad**gada. Me acosté sin esperanzas (la verdad es que yo tampoco le había mostrado mis deseos, ni habíamos hablado del tema); pero hacia la una, cuando mi padre ya roncaba, escuché cómo se abría lentamente la hoja de madera. Se acercó hasta la cama, y aparté la sábana para recibirla. Quería besarla y acariciarla, pero en cuanto llegó, me sorprendió con un bofetón en la mejilla.- ¿Por qué coño no me has dicho nada hoy de lo de anoche? –preguntó malhumorada. No le veía la cara pero la debía de tener de mala leche.- Pero… no sé… -respondí desconcertado por el hostión.- Ahora dame en el culo, pero fuerte, niñato de mierda.Con el culo en mi regazo, le dí dos tortazos a medio gas. Entonces, no sé por qué, en un arrebato le quise tocar el coño, meterle un dedo o algo. Su respuesta fue incorporarse y darme otra hostia en la cara.- ¡NO! Ese agujero no lo vas a probar hoy. ¡Sigue!Y le di unos azotes más, hasta que ella me ordenó que parase. No me atreví a contradecirla por miedo a recibir otra vez.- Y hoy, por ansioso, te quedas sin mamada niñato mimao. Mañana me follaré a tu padre pensando en ti.Esta mujer me desquiciaba. Ahora no me la chupaba. Pues se iba a enterar.- ¡Espera! –le ordené, cuando casi salía de la habitación. Cogí la fusta que descansaba ...
... todavía en el cajón de mi mesilla-. Ahora te vas a enterar, maldita zorra.Paró en seco sus pasos. No dijo nada, pero a buen seguro su rostro era de asombro.- ¿Es que no me has oído, puta? Ven aquí antes de que me levante –me estaba oyendo hablar a mí mismo, y ni yo me lo creía.Escuché sus pasos que se acercaban de nuevo, y nuevamente se postró en mis piernas.- Quiero que te bajes las bragas y dejes tu culo a mi disposición –le exhorté. Estaba cogiendo el gustillo a eso de mandarle cosas.Sin rechistar, se bajó las braguitas y me ofreció su culo. Como estaba muy oscuro y apenas se intuían las formas, le palpé ambos glúteos, sin pegarle, para tenerlos bien localizados. Agarré la fusta… ¡y zas! le di un buen azote. “Ay”, gimió muy débilmente. ¡Zas! Otro azote, y otro gemido de Maite. Le di el tercero, un poco más fuerte, a lo que siguió un queja suya con un hilillo de voz. El cuarto azote fue más fuerte todavía; tenía miedo de que mi padre pudiera despertar y se encontrara con la rocambolesca escena; pero no obstante le di el quinto azote. Y el sexto.Entonces paré, un tanto preocupado por si la emoción del momento había hecho que me pasase de la raya. Pero no fue así. Al contrario: Maite se subió las bragas, y a continuación me bajó los calzoncillos. Mi polla estaba dura (esto del sadomaso me estaba empezando a gustar bastante), y comenzó a chuparla.- Hoy te lo has merecido, maldito criajo –no sabía si era un insulto o un cumplido, pero el caso es que me estaba chupando la polla.Se ...