1. Sexo con mi suegra


    Fecha: 10/10/2019, Categorías: Confesiones Autor: Pepote, Fuente: CuentoRelatos

    ... deseando ver esos pezones, en efecto eran duros y grandes, parecían almendras, se lo comí, me pidió que se los mordiera, mientras le bajé las bragas, intentó quitarse la falda, pero le dije que no, quería fallármela con la minifalda puesta.
    
    A medio desvestir fuimos a la cama, ella me empujó y quedé tumbado boca arriba, me bajo el slip y me empezó a comer los huevos mientras me masturbaba, era fantástico. Acercó su culo a mi mano y mientras, pasó a comerme la polla, como la chupa, yo le tocaba el chochete, estaba muy mojada, y agradecía las caricias con pequeños gemidos, le dije que se la quería meter ¡ya!
    
    Ella levantó la cabeza y me dijo —de eso nada.
    
    Me quede parado, ella siguió comiéndome la polla y la volví a preguntar —¿no me vas a dejar que te folle?
    
    Ella se incorporó y dijo: —claro que sí, de hoy no te escapas, pero hasta que no te me corras en la boca no te suelto, quiero ver cómo se comporta el macho de mi hija, ya tendremos tiempo para lo demás.
    
    Me quedé sin palabras, nunca me había corrido en la boca de una mujer, y así siguió, una fantástica comida de polla, hasta que a los cinco minutos no pude más y le avisé de que me iba, ella apretó más, y por un instante vi el cielo, la mejor experiencia de mi vida.
    
    Quedé exhausto, ella se tragó todito, yo tumbado sobre la ...
    ... cama como muerto y ella me dice —¿te quedarán fuerzas, ¿no? Esto no ha hecho más que empezar...
    
    La cogí y metí mi cabeza entre sus piernas, llevaba el pelo del coño bastante arreglado, nunca me supuse que una mujer de 50 años se dedicara a arreglarse el pubis.
    
    Al momento de estar comiéndole, me dijo que parara, que se estaba poniendo muy cachonda y que ella solo se corría una vez y quería esperar un poco más.
    
    Le deje la iniciativa, se puso sobre mí y empezó a cabalgar, como movía su cadera, era impresionante, se la metió hasta el fondo, yo le apretaba fuerte las tetas y le pellizcaba los pezones, ella gemía cada vez más fuerte, yo estaba también a tope, me pidió que me corriera ya, que ella no aguantaba más, yo la verdad es que tampoco, fue una pasada, parecía como si la estuvieran electrocutando, no paraba de agitarse mientras gritaba —¡así, así, más leche para mami Loli!
    
    Quedé rendido en un lado de la cama, ella en el otro, al momento me di cuenta de que se quedó dormida, me vestí y me fui para casa.
    
    A la tarde siguiente cuando me levanté, me dijo mi mujer —ha llamado mama —me quedé de piedra, pregunté para que —se le ha averiado un enchufe, para que pases el lunes a repararlo.
    
    Así que aquí estoy, esperando que sean las once para volver a reparar el "enchufe" a mi suegra. 
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