SEIS AÑOS
Fecha: 16/10/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues
... las mujeres tomaban sol, Angelina tenía un traje de baño tipo hilo dental y se aseguraba de darnos perfectos planos calientes de su enorme trasero, incluso dejando notar como el hilo de la tanga dividía al medio su anillo marrón dejando casi nada a la imaginación, mi amigo estaba literalmente perdido y yo iba levantando presión. En un momento no soporté mas, pedí disculpas y la llevé de un brazo a la parte baja de la embarcación dejando al matrimonio arriba. Ella solo se rió de mis celos, me dijo que era un tonto, que no dudara de ella, y como muestra de amor se dio vueltas, corrió el hilo y me dijo Dale papi, haceme el culo… Y así arremetí contra ella, entre bronceador y transpiración metí mi pija en su abierto culo, le hice el orto como a una ramera y ella gemía como tal, solo para asegurarse que quienes estuvieran arriba escucharan lo que pasaba abajo… Esa era mi mujer, minutos después con el culo lleno de leche volvió a tomar sol, como si nada hubiera pasado… Recuerdo la noche de la limousine, volvíamos de cenar, al cabo de unas cuadras le indicó al chofer que solo condujera y que se olvidara de lo que ocurría en la parte trasera, obviamente esto solo lograría el efecto contrario, que él se concentrara en lo que sucedía en la parte trasera… Angelina sacó sus zapatos de tacos altos que ya le molestaban, tenía un vestido demasiado corto por el cual parecía escapar todas sus perfectas curvas, lo bajó desde arriba liberando sus tetas, las cuales comenzó a acariciarse, ...
... pellizcando sus pezones y abriendo sus piernas me ordenó: Chupame la concha! Lo hizo con el tono lo suficientemente elevado para que el chofer pudiera oírlo, así que me acomodé entre sus piernas, saqué su tanga con perfume a mujer y me perdí en su tajo jugoso, enterrando los dedos en el, lamiéndolo con locura, comiéndole el clítoris a besos, haciéndola gemir como gata en celo, noté que ella disfrutaba y al mismo tiempo miraba a nuestro chofer por el espejo retrovisor a quien le costaba conducir con cordura. Al llegar a casa tiré unos billetes sobre el asiento delantero y dije: Confío en su discreción… Ella agregó: Yo también… Al tiempo que tiraba su tanga sobre los billetes. Y podría contar muchas más historias, no sé porque lo hacía, solo sé que esa mujer me llevaba a la locura… Pero no todo era perfecto, este cuento de hadas vivía paralelamente una historia de terror… Y el mal triunfaría sobre el bien, mis dos últimos años de convivencia fueron vivir en el infierno… Cuando había conocido a Angelina tenía una adicción a los cigarrillos y al alcohol, pero jamás me había dicho que también era adicta a las drogas, solo me enteré cuando ya había avanzado nuestra relación… Mi primera reacción fue complacerla, así que me encargué de proveerle la cocaína más pura y refinada que pudiera conseguir, pero poco a poco se convertía en un monstruo que arrasaba con todo, sexo y droga, droga y alcohol, alcohol y sexo, confieso que me costaba mantenerme al margen y no caer en la tentación, pero ...