La ex mujer de mi amigo - Relatos Eróticos

La ex mujer de mi amigo

Desde la primera vez que tuve oportunidad de entrar a la casa de Ernesto (nombres ficticios pero parecidos a los reales) trate en la medida de lo posible evitar cualquier contacto con Julia, aún por pequeño que fuera, más aún si era del tipo visual, sin embargo cada que se presentaba la oportunidad podía darme cuenta que me lanzaba miradas fugaces y la atención que recibía de parte de ella incluía un pequeño roce de nuestras manos aunque fuera por solo dos segundos. En algunas ocasiones que salimos Ernesto y su esposa junto conmigo y mi novia en turno podía darme cuenta de que después de dos o tres cervezas le era muy común mirarme fijamente, miradas a las cuales yo agachaba la cabeza o desviaba la mirada, no quería que alguien se diera cuenta de lo que sucedía ya que hubiésemos tenido que dar algunas explicaciones sobre todo yo.

A lo máximo que llegamos estando mi amigo y ella juntos, fue a que en algún momento tuve que acudir a su casa a dejarle algo que me había prestado Ernesto, yo sabía que él no estaba así que toque a su puerta y espere que Julia me abriera, tardó tanto que casi tomo la decisión de irme al pensar que no se encontraba nadie en casa, cuando finalmente Julia apareció me di cuenta del porqué de la tardanza, venía con el pelo mojado y un vestido hasta los tobillos, que si bien no era nada espectacular si dejaba ver que no traía nada ni arriba ni abajo, se acercó y pude apreciar sus pezones que se mostraban erectos por debajo del vestido, en ese momento ...

... bendije al frío, unos segundos después solo atine a decir que le entregaba lo que hacía unos días me había prestado Ernesto, sonrió, estiró la mano y tomo las cosas, dio media vuelta y se prestó a dar algunos pasos para dejar las cosas en la mesa, fui ahí cuando pude ver que no traía nada por debajo, al momento de desplazarse sus nalgas se movían de tal manera que parecían invitarme a que me acercara, una invitación obviamente declinada de mi parte, y no es que no quisiera aceptar la invitación pero el hecho de ser aún pareja de Ernesto me detenía considerablemente.

Acto seguido después de dejar las cosas sobre la mesa, se volteó, se acercó y me pregunto si era todo lo que iba a dejarle? Con una respuesta afirmativa de mi parte me dispuse a marcharme, al estirarme para despedirme de beso me dijo, te veo más delgado, haz dejado de hacer ejercicio? Le conteste que ya no hacía con la misma intensidad de antes pero que aún hacia un poco, me contesto con un "no es cierto", ya no te veo marcado como antes... No podía dejar que eso se quedara de esa manera, así que me le acerqué de modo que quedamos cara a cara, y le tome de la mano y le dije, porque no lo compruebas tu misma, me desabotone la camisa e hice que pusiera su mano sobre mi pecho, hizo lo suyo y acaricio prácticamente toda la zona, más sin embargo no pasó nada fuera de ese momento, me di cuenta que me faltaba el valor de ir más allá por la amistad con Ernesto, al cabo de algunos meses las cosas entre ellos como pareja ...