1. Móviles - 4


    Fecha: 25/10/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: perrofiel, Fuente: CuentoRelatos

    ... reojo, miradas encendidas, humilladas, rebajadas -. Solo vais a oír mi voz. Quizás verme. Vais a hacer cosas, a humillaros, con peticiones de cualquiera, aunque solo a través de mi. Incluso no sabréis si estáis siendo observadas por nadie, solo veréis vuestra imagen, salvo que decida regalaros el privilegio de mi vista, el resto del tiempo también estaréis en la galería, ignoradas u observadas por los demás, dependiendo de lo que quieran hacer, incluida yo misma y ganso.
    
    Terminamos de leer y nos separamos. Laura hacia la estación. Yo hacia el coche.
    
    "flor, no he podido evitar contarte cómo he vuelto a casa y alguna cosita que ha pasado estando en ella. Camino de la estación me he tenido que parar tres veces, entre los coches para evitar que se saliera el consolador del coño, intentando cubrirme con el bolso para disimular lo que estaba haciendo. He pasado momentos de mucho apuro, incluso vergüenza. Imagina, piernas abiertas, mano por debajo de la falda y empujando el consolador. Al llegar a la estación he tenido que sentarme a esperar la llegada del tren, metiéndose aún mas el consolador en los agujeros, sobre todo en el culo, clavándose hasta el fondo. He visto que la gente me miraba, sobre todo tíos, de la cintura para abajo. Disimulando he mirado la falda y, qué susto, he visto que había un pequeño, pero apreciable bulto juato debajo del pubis. Sin pensarlo lo que tapado con el bolso, roja como un tomate. Al levantarme se ha deslizado del coño. He notado un golpecito ...
    ... húmedo en los muslos y me he imaginado esa polla asomando debajo de la falda. Corriendo he subido en el tren, he visto los últimos asientos vacíos y me he sentado en el rincón, metiéndome deprisa el consolador, mordiéndome los labios. He estado tentada de sacarlo de los dos agujeros, pero pasados unos segundos he vuelto a aceptar lo que soy a quien me debo. Al llegar a mi parada, no sabía cómo levantarme, ni cómo caminar para que no me volviera a pasar lo mismo. Sin pensarlo más me he levantado y acelerando el paso he bajado del tren. Justo cuando iba salirse otra vez he llegado a mi coche. Mas que entrar en él, me he tirado dentro, golpeando la cadera derecha con el volante. Pero he respirado al saberme a salvo. He vuelto a colocarlo bien, en el coño y el culo. Mientras conducía, moviendo los pies en los pedales, no paraba de follarme, los doa agujeros a la vez. No sé cómo he conseguido no correrme, pero lo estaba deseando. A ver cuándo Señora Mundo me permite hacerlo. Estoy muy putona.
    
    En el recibidor de casa he puesto la cam, la he puesto disimuladamente en un rincón desde el que se veía el salón. Aprovechando que mi marido estaba en la cocina, he sacado el consolador de los agujeros, totalmente salida. Al oír que venía hacia donde estaba y poniéndome la braguita allí mismo, me he quitado la faldita delante de él. He sentido su mirada desde atrás y me he girado a mirar lo que hacía. Me ha preguntado por las marcas en las pantorrillas y en los muslos. Lo único que se me ...