1. El hijo del concejal: Introducción


    Fecha: 25/10/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos

    Ya va para diez meses que me vine vivir a Madrid; y volví a encontrar trabajo, después de dar la lata todo lo que pude.
    
    Me contrataron de ayudante técnico sanitario (ATS) en el Hospital Universitario. Y tengo que reconocer que aquí se vive mucho mejor de lo que pensaba.
    
    David, mi compañero, es un cachondo mental, gracioso y muy marchoso; y ayer me crucé con él en uno de los pasillos de la segunda planta.
    
    Lo noté nervioso; así que me di la vuelta y lo llamé…
    
    ¡Oye, David!, ¡espera, que quiero hablar contigo!…
    
    - Tu dirás…
    
    Y entonces me di cuenta de que no era nerviosismo, sino excitación.
    
    - Y a ti ¿que te pasa?, ¿porqué estás estás tan excitado?…
    
    Me echó el brazo al hombro, y seguimos hacia adelante.
    
    - ¡Ven conmigo!, que voy a mear y te cuento…
    
    Entramos en el primer WC que encontramos; y nos pusimos a mear los dos, muy juntitos.
    
    - Tío, acabo de estar con un paciente, que entró ayer, con un golpe en la cabeza…
    
    Me encogí de hombros y le miré con cara de... ¿y?
    
    - Por lo visto, lo encontraron en el hall del hospital inconsciente. Y después de tenerlo en urgencias toda la noche, lo han llevado a la 712.
    
    - ¿Has tenido algún problema con él?
    
    - ¡Que va!… lo que he tenido ha sido una sesión de rabo, alucinante…
    
    - ¿Que me estás diciendo tío?…
    
    … cuenta con más detalle, que me estás dejando de piedra; y ya sabes, que estás cosas, a mi me trastornan.
    
    - El de medicina interna, me acaba de pedir que le ponga un enema, y le asee a fondo. ...
    ... Creo, que se lo han pedido los de Trauma, para hacerle unas pruebas…
    
    - ¿Y?…
    
    - ¿No te parece un poco raro?
    
    - Pues… ahora que lo pienso. ¡Si!, claro.
    
    - ¡Si quieres ayudarme!…
    
    Me lo dijo, como advirtiéndome de que estaba dispuesto a enterarse de lo pasaba. Si, o si.
    
    ¡Joder!… me puse como una moto.
    
    Salimos del WC, y continuamos por el pasillo, hasta llegar al fondo. Esperamos el ascensor; y nada mas salir, en la séptima planta, nos encontramos con uno de los celadores más populares del hospital, que salía de la habitación.
    
    - ¡Que pasa!, Epi... ¿que haces aquí?, dijo David…
    
    - ¡Ya, saben quién es el chaval que encontraron ayer!…
    
    - ¿Si?...
    
    - Es el hijo de un concejal del Ayuntamiento. Por lo visto, le ha salido rebelde.
    
    - Y ¿que le pasó?
    
    - ¡Eso, no lo saben! pero creen que se pasó un poco, con algo que tomó.
    
    - ¡Joder!, si es que últimamente la cosa está muy jodida…
    
    ... ¡vale, tío!, y ¡gracias por la información!
    
    Entramos en la habitación y…
    
    - ¡Hola!…
    
    - ¡Hola!
    
    - Ya estoy aquí otra vez, dijo David. A propósito, ¿como te llamas?
    
    - ¡Tobías!, contestó (con cara de sueño)
    
    - Me parece a mi, que vamos a tener que despabilarte un poquito, Tobías….
    
    ... ¡a ver!, te tienes que poner esto (y le enseño un pequeño recipiente de plástico, que contenía un enema), y después, ir al baño. Procura aguantar todo lo que puedas… ¿vale?
    
    - ¡Vale!; y miró a David sonriendo…
    
    ... ¡lo que quieras!.
    
    Levantó la sabana que lo cubría y se dio la ...
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