UN PADRE EJEMPLAR
Fecha: 26/10/2019,
Categorías:
Voyerismo
Autor: leeyoungjee, Fuente: SexoSinTabues
... ninguna otra para hacerla llegar al orgasmo (salió muy quejumbrosa y asustadiza, no me dejaba enterrarla completa, se asusto por el sangrado y se quejaba demasiado del dolor por la rotura de su himen), cuando por fin lo alcanzo supe que ya no había marcha atrás, había despertado a la mujer dentro de la niña y esa sensación y el placer, de sentirse consumada como hembra por un macho se le volvería una adicción. Dicho y hecho, desde entonces fue rosa la que se prendió de mí, me colmaba de detalles, de caricias y mimos, se ofrecía para cocinarme y ayudarme en las cosas que según ella estaban mal hechas en las labores de mi casa, siempre estaba yo primero que nadie incluso que ella misma y esa dependencia emocional y sexual completa hacia mi lejos de molestarme me encanto, empecé a sentir más que simpatía por ella y la llegue a amar, me case con ella porque tenía todo lo que alguna vez llegue a imaginar en mi mujer: era bella, estaba convertida en una ninfómana jajá (nunca me decía que no), era limpia, se cuidaba para estar guapa y yo era su centro. Después de que rosa se fue a vivir conmigo, pasamos por una etapa de acoplamiento bastante graciosa y caliente. Sus primeros días en mi casa se sorprendió de verme solo en calzoncillos por toda la casa, para mí era de lo más normal por haber sido criado en casa con cuatro hermanos mayores, mi viejo y mi madre, apenas llegar quitarme la ropa, meterme a la ducha, secarme y quedarme en pelotas o ponerme una trusa pero para ella era ...
... algo casi escandaloso, los primeros días se lo tomaba como una insinuación permanente de mi parte y nos pasamos cogiendo como conejos hasta que por fin se fue diluyendo un poco el morbo en ella por verme el paquete y los vellos de las piernas y el pecho. Su pudor no era normal según mi manera de ver las cosas para una mujer casada que solo vivía con su marido, a la hora de follar o bañarse eran los únicos momentos en los que podía verla completamente desnuda de lo contario siempre andaba cargando algún mendigo fondo o vestido por más caluroso que fuera el clima, varias fueron las ocasiones en las que en medio de risas y juegos le tuve que quitar el vestido y liberar sus pechos y vagina de tanta tela, entre risa y risa pero no sin enojarse la perseguía por toda la casa hasta terminar sometiéndola en el sillón o la cama y sacándole los calzones y el brasier. Bañarse juntos para ella era algo igualmente vergonzoso, le parecía algo tan chusco y penoso como el que yo orinara con la puerta del baño abierta o mientras ella se lavaba los dientes, no voy a negar que el quitarle estas ideas puritanas de la cabeza me fue muy divertido y excitante, porque el simple hecho de verla caliente a pesar de que no quisiera admitirlo bastaban para ponerme el pito como piedra, sus labios vaginales la delataban al empezar a hincharse y humedecerse y sus pezones erguidos no hacían más que corroborar que estaba tan urgida y caliente como yo por sentirme dentro de ella. Después de apenas un año de ...