Paty, la doctora con “perrito” (Parte 2) - Relatos Eróticos

Paty, la doctora con “perrito” (Parte 2)

... así que le pregunte “Quieres que te penetre”, “siii, siii… sí” respondió Paty, nos colocamos en posición de misionero y estaba tan nervioso que me costaba hablar y acomodar el pene, no podía decirle que me ayudara, pero lo entendió y ella bajó la mano y se lo metió, Paty es una de las mujeres, con las que he estado, que tienen vagina estrecha, aunque no como Lety (Ver “Lety la hormiguita…”); empezamos a movernos, me apoyé en mis manos y nuevamente me sorprendí por la expresión en la cara de la doctora, parecía otra persona, empecé a moverme y ella subió sus piernas y apoyó las plantas de sus pies en la coyuntura de mis caderas-muslos, era muy elástica, ella también se movía como podía, y decía “que rico, que rico”, pero era mas rico para mi por lo que empezó a hacerme y que a continuación explico; el hecho es que me excite mucho y empecé a sentir que me venía por lo que le dije, “espérame, es que ya viene y si sigo no voy a aguantar” y me contestó con la voz entrecortada, vi su cara de insatisfacción pero me dijo “no importa termina, termina”, así que sin mas me recosté sobre ella le pase los brazos por la espalda y me moví con furia, para esto al penetrarla ella me había empezado, por momentos, a apretar y aflojar el pene con los músculos que rodean la vagina, eso para mi fue lo que me excito tanto que me provocó uno de los orgasmos mas intensos que recuerde, fue tan fuerte que me ocurrió algo que nunca me había pasado: gemí y grite incontroladamente, quede noqueado, el ...

... corazón me latía rápidamente al igual que mi respiración, ella se reía discretamente, me moví a un lado y quedé boca arriba, con la voz entrecortada y aún con la respiración muy agitada, le decía que me disculpara, ella me decía que no había problema, le dije que me diera unos minutos, me dijo que sí que no me preocupara.Después de unos minutos de plática, besos, frotamientos y manoseos mutuos, ella tomo el pene en su puño y procedió a acariciarlo con suavidad de tal forma que unos instantes después ya la tenía bien parada de nuevo y ella se montó de frente a mí y se lo metió, esa posición era de sus preferidas, procedió a moverse con una maestría que me sorprendió, se veía espectacular con esos firmes pechos y ese movimiento de cadera, adelante-atrás o circular, y nuevamente esa expresión facial de excitación y gozo, agitaba su cabellera de un lado a otro, cerraba los ojos y los apretaba, resoplaba y una mezcla de gemido y grito y aunque no siempre lo hacía, creo que es la mujer mas parlanchina con la que he estado, empezó a susurrar “que rico, que rico” pero después ya mas excitada y en voz alta decía cosas como “que rica verga” o “que verga tan buena me encanta”, “la siento bien adentro”, “que chingón me estas cogiendo” y cosas por el estilo, yo no hacía nada salvo apretar, mordisquear y besarle los pechos, acariciarle las piernas, etc., ella era la que me estaba cogiendo, hay que decir que cuando no estábamos teniendo sexo era incapaz de hablar así, ni decir “malas palabras”, ...