cuando le devuelvo su novia a mi hijo - Relatos Eróticos

cuando le devuelvo su novia a mi hijo

... 69 y le digo tomemos sol amor, me pongo una tanga y la bata, mami se puede hacer toples, si hija a entonces solo la bombi, así puedo si mi amor, por suerte tengo dos poltronas, si viene nuestro maridito no tendrá lugar. Nena ya me robaste al macho?, por favor no te enojes, solo pienso que sería lindo lo fuese, perdóname. No se me había ocurrido. Y para que lo quieres de maridito, para que me haga muchos hijos, claro así soy una abuela chota, mami hoy no pego una contigo, no hija soy yo que estoy iracunda. Por mi?, no amor porque lo que tú dices lo pensé con el muchas veces, todavía estoy a tiempo, y el no lo quiso?, no fui yo, por?, porque padecí vaginismo luego de parirlo, temo hacer una regresión y él lo entendió. Además hubiese sido un hijo difícilmente aceptado socialmente, un hijo de un incesto. Mami la humanidad es toda incestuosa desde sus orígenes, la sociedad ha inventado el termino y le ha puesto la pena espiritual del pecado mortal y en algunas legislaciones hasta la cárcel. Pero que tu lo tengas es una buena idea, sería lindo un bebe entre nosotros, a pesar del abuelazgo. Mami entre nosotros, si, lo aplastaríamos, eres la pendeja boluda mas adorable del mundo, ven trae esa loción oleosa y pásame en las tetas, luego lo hago yo, y nos vamos adentro por si alguien nos espía, sabes y nos pajeamos con nuestras tetas, así mami, si que suave eres, como me enervas, si tu pezón te denuncia. Nos untamos todas y lo hicimos con todo nuestro cuerpo, la tijera fue gloriosa, ...

... quedamos desfallecientes y luego el jacuzzi en vez de relajarnos nos excito mas. Luego nos peinamos nuestras sueltas melenas y decidimos esperar al macho disfrazadas de meretrices romanas. Unas túnicas con hilos dorados como cinturones, unas coronitas de laureles, lástima que una sola era dorada las otras rojas, alguna pulsera abierta en los antebrazos y el maquillaje. Eso era especial tal como explica la obra “Mesalina, meretriz romana”, nos maquillamos toda las tetas con colores vivos en la areolas, el culo con los cachetes coloreteados. la panza, con las líneas tenuemente sombreadas con grises y dorados, daban un aspecto incitante, el pubis con colores vivos lo mismo que alrededor del ojete bien dorado. Cuando nos desnudáramos seriamos dos mascaritas. Preparamos un menú frio, más bien era una picada con fuente de frutas, como en los bacanales romanos y usamos un jarrón con forma de ánfora que llenamos de vino. Cuando llega lo recibimos postrándonos a sus pies, casi besando el suelo, nos dice, son dos locas, no somos tus meretrices, mama, meretriz es sinónimo de puta, eso, eso somos tuyas. Por favor levántense, ven, lo desnudamos y le ponemos una toga blanca y la corona de laureles dorados. Al desnudarlo no le tocamos el sexo por más ganas que tuviésemos, este es capaz de arruinarnos la escena por cogernos, pensamos. A cenar emperador, y le dábamos a comer en la boca, el apoltronado en un sofá a falta de un chaise longue o diván romano y de beber, vasos grades forrados de ...