1. Mi padre, mi primer hombre


    Fecha: 10/09/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... riiiiicooo! ¡Dame más... más... más! Papa!!!¡Uhhhggggggg!
    
    ¡Meteme más tu lenguita... más adentro... más. por favor... dame más...... ayyy....mas... mas.....Asi Papa, ¡!!!!!!!!maaaaaaaaaaasssssssssssss!
    
    Y entonces tuve un gran y delicioso orgasmo. Su lengua lamió todos mis jugos los que tragó con deleite.
    
    Luego me pidió que me arrodillara y tomara su miembro entre mis manos, lo senti grande y gordo, era mas grande que el de la pelicula.
    
    Era de un color pardusco. Su punta era roja de la cual sobresalía un liquido cristalino. ¡Bésamelo! Me pidió.
    
    Acercando mis labios a su miembro, lo bese en la punta. Mis labios se mojaron con su liquido. ¡Abre los labios, mi amor! Me dijo.
    
    Y abriendo los labios, me introdujo su gran miembro. ¡Chúpalo... chúpalo!
    
    Me pedía. ¡Así... así....Mmmmmm....que rico mi amor!
    
    Cada vez engrosaba más y más entre mis labios.
    
    ¡Tómatela toda! ¡Tómatela toda! Al principio no le entendí pero luego me dijo que me tomara todo su semen, que me lo tragara, que así era el acto de amor.
    
    Y con unos suaves movimientos más, soltó todo su semen en el interior de mi boca. ¡AAAaaaaahhhhggggg!
    
    ¡Tómatela...tómatela....ahora...ahora...aaaaahhhggg!
    
    La tragué toda con delicioso deleite, sabiendo que así él sería feliz.
    
    Luego de un breve descanso, me pregunto si quería que hiciéramos como en la película. Estaba en ese momento la mujer sentada sobre el hombre, con todo su miembro en la vagina. Yo le dije que nunca lo había ...
    ... hecho, y que además con su miembro tan grande me dolería montones. Él me replicó diciéndome que lo haríamos con sumo cuidado y que si me dolía, nos deteníamos en ese momento. Después de dudarlo un momento le dije que bueno.
    
    Me sentó sobre la mesa de la computadora y abriendo mis piernas se coloca entremedio, alzando mis piernas sobre sus hombros, tomo su miembro y acaricio mi clítoris. Me asusté, pero me calmó diciéndome que lo haríamos muy lentamente para que no me doliera.
    
    Luego separo los labios de mi vagina e introdujo un poquito de su miembro, sentía temor al dolor. Me hizo tenderme en la mesa y agachó su cabeza hacia mis pezones. Los empezó a chupar dulcemente. De pronto acercó sus dientes a mis pezones y se dio a mordisquearlos. Su miembro seguía ingresando, afortunadamente sin dolor para mí. De pronto mordió un poco más fuerte uno de mis pezones, lo que me hizo saltar, para así acercar todo su cuerpo hacía mi y sentí que todo su miembro estaba dentro de mi vagina que se hallaba totalmente húmeda o mejor dicho mojada. Sus pelos púbicos rozaban mi sexo rasmillandolo. Luego empezó a moverse, y tomándome de mis caderas me acercaba hacia él. Sus movimientos eran de entrada y salida y a cada embestida sentía unas sensaciones cada vez más agradables. El calorcito de su miembro en mi interior era tan delicioso.
    
    Nuestros movimientos eran cada vez más frenéticos. Con mis manos tomaba sus brazos y los arañaba.
    
    ¡Aaaaaahhhhgggg! ¡Más... dámelo...más...mas ...