1. La traicionera lluvia


    Fecha: 04/11/2019, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... hacerle eso. Pero Luis estaba bastante caliente y no pensaba dejar a María tan fácilmente. La situación los había unido en aquel salón. Se puso detrás de ella y comenzó a besarle el cuello y los lóbulos de las orejas haciendo que ella giraba la cabeza hasta encontrarse con sus labios. Pegaba cada vez más su palpitante miembro al culo de María y ella empezó a notar que perdía la cabeza y se dejaba hacer. Él jugueteó desde atrás con los pechos de ella sobre la toalla mientras que ella empezaba a entrar en el juego de Luis restregando su culo sobre el prominente bulto que había bajo la toalla. Él empezaba a estar cada vez más caliente y agarrando la toalla que cubría a María se la quitó de un tirón y empezó a jugar con sus pechos y sus pezones desde atrás, sin ninguna tela de por medio. Ella hizo lo mismo con la toalla de Luis, dejándola caer al suelo. Agarró con una mano su polla mientras se retorcía y gemía de placer por como él le masajeaba los pechos. Con la mano que le quedaba libre empezó a recorrerse todo el cuerpo. Estaba húmeda y tenía ganas de que el novio de su amiga se lo hiciera todo. Aún no la había visto pero notaba lo grande que era la polla de Luis. No era muy larga pero si bastante ancha y se notaba que era juguetona. A ella le encantan las pollas juguetonas, esas que te hacen correrte una y otra vez sin parar. Él no podía aguantar más el masaje que ella le estaba dando en su polla. Le dio la vuelta y se separó un poco para que cada uno viera el cuerpo del ...
    ... otro.
    
    Acercó a María hasta el sofá e hizo que se sentara en él. Le abrió las piernas y se arrodilló delante de ella. Pasó la mano por su zona íntima y notó lo húmeda que estaba. Eso le hizo ansiar más comerse su coñito. Se acercó lentamente y empezó a lamerlo poco a poco. Fue aumentando el ritmo y añadiendo a su juego un dedo acariciándole el clítoris. Ella gemía cada vez con más intensidad y se retorcía de placer. Empezó a tocarse los pechos mientras Luis la hacía disfrutar. Se ponía más cachonda cada vez que veía como Luis se lo comía. Tenía esa noche al novio de su amiga para ella sola y ahora en vez de darle apuro lo encontraba morboso. Le gustaba pensar que iba a compartir algo más que el piso con Ana. Siguió así hasta que ella le dijo entre gritos y gemidos que se iba a correr y Luis añadió a todo lo que le estaba haciendo un dedo metido en su coñito. Primero fue uno, luego otro, y en el momento en el que María se corrió tenía tres dedos metidos en su vagina. Y aparte de los tres dedos una lengua chupándola toda y un dedo masturbándole el clítoris. No había parado de cogerse los pechos, las piernas... Luis espero su premio por lo bien que se había portado con ella, y María se levantó y se puso de rodillas al lado de él que estaba de pie. Cogió su polla con la mano y la acercó a los labios. Primero la chupó suavemente por la cabeza y poco a poco fue dando lametones hasta que se la metió por completo en la boca. La chupó como si fuera una piruleta, sacándole todo el jugo ...