Conociendo a Ratona (Cambio de Residencia) Cap. 5 - Relatos Eróticos

Conociendo a Ratona (Cambio de Residencia) Cap. 5

... clase de costo debería pagarle señora?

—Muy sencillo, solo deberás obedecer mis órdenes y nos llevaremos bien.

La nueva zorrita dijo “ACEPTO”.

—Vuelve a tu sitio zorrita y arrodíllate con las demás —ella humildemente se retiró de mi presencia sin darme jamás la espalda y mirando al suelo, hasta llegar al sitio donde estaban todas y se arrodillo. Llamé a la segunda candidata a mis pies, una flacucha, pero dedicándole algo de tiempo se pondría que al pasar a todos se les caería la baba.

—Tú ¿Cómo te llamas flaca?

Ella levantó la cabeza con algo de inseguridad y dijo:

—se…. Se refiere a mi señora.

—si a ti, ¿acaso ves a otra flacucha?

—no señora, usted disculpe, ¿Puedo preguntar por qué estoy aquí?

—Estás aquí porque te reclutaremos para servirme en lo que más adelante te iremos asignando, cada una hará de todo, así que no te extrañe si hoy eres una cosa y mañana eres otra. ¿Queda claro?

—Si señora.

—bien zorrita, así me gusta, cooperadoras. Tú te encargarás de conseguir los alimentos mientras ustedes aun tengan dinero, ya después les tendré una sorpresa.

—Si señora, con mucho gusto, como usted guste, mande y disponga.

—Zorrita, regresa a tu sitio.

Ya estaba yo cansada de tanto haber manejado, así que de un jalón hice postrarse a las otras dos restantes, ya que me hacía un buen descanso.

—a ver ustedes par de ...

... zonzas, digan sus edades y si tienen familia.

Ellas dijeron correspondientemente:

—20 y 21 años señora, y si tenemos mamá.

—llámenlas y díganles que vengan al hotel, que no las voy a esperar más de 20 minutos.

—pero señora.

Interrumpí y dije:

—pero nada, dije 20 minutos.

—si señora, en el acto.

Ellas tomaron el teléfono y llamaron a sus respectivas casas, sus madres atendieron al teléfono, y clásico, si la hija es arrastrada, obviamente los padres aún más, así que, al dar mi recado, salieron como reo en plena fuga, no tardaron más que 10 minutos. De pronto sonó la puerta de la habitación, eran las 2 madres de esas chicas, por su forma de pararse supe que era ellas, así que sin decir nada, solo hice un chasquido y no tuve que decir ni hacer nada más, ellas en automático se arrodillaron y me lamieron los zapatos, era más que obvio para ellas quien estaba al mando ahí.

Aun las madres de rodillas, chasque los dedos nuevamente y dije” síganme perras”, las madres dieron la vuelta y a gatas me siguieron, pero antes de retirarme dije a mis ya conformadas ratonas, “NO ME ABREN A NADIE QUE NO SEA YO”, siAMArespondieron todas. Como toda AMA empecé a caminar con la mirada fija al frente, paso firme y detrás de mí un par de perras, al llegar al auto las encájuele y las llevé a mi morada para irlas entrenando en sus nuevos deberes.

Continuará…