1. Laura y su ama (Capítulo 9)


    Fecha: 06/11/2019, Categorías: Incesto Autor: ALTEZA, Fuente: CuentoRelatos

    El día empezó muy temprano para las perras, aunque ya las veteranas ya sabían muy bien sus rutinas diarias, una debía despertar a su majestad besándole delicadamente los pies y hacer el aseo, otra preparar el desayuno del ama para después dejar brillando la cocina y lavar la ropa de su amada dueña, sin embargo para las nuevas perras les fue pesado empezar su nueva rutina, ya que su ama anterior las tenía mal educadas, por lo que no les había asignado una rutina adecuada, por lo que su nueva domina tuvo que educarlas desde cero.
    
    Las perras al ver la gran experiencia de sus otras compañeras, se sintieron tan inferiores, que por un tiempo hasta delante de ellas agachaban la cabeza, bastaba que las veteranas dijeran que calor hace, y ya sus nuevas compañeras las estaban abanicando. En su primer día de trabajo no querían quedar mal ante su ama, por lo que trabajaron desde muy temprano afanosamente, unas estibando y ordenando la mercancía, y las demás entregando los paquetes a tiempo para que los clientes estuvieran satisfechos y así mantenerlos comprando en el establecimiento de su elegante y distinguida domina o ama.
    
    Las estibadoras no paraban de acomodar ordenadamente las mercancías para poder despacharla con rapidez y así fueran entregadas en tiempo y forma del tiempo establecido, las perras fueron adquiriendo práctica con el paso de los días. Conforme pasaban los días los pedidos aumentaban y las ganancias para su majestad iban en aumento.
    
    No había día que las perras ...
    ... llegaran ladrando de hambre, por lo que siempre llegaban directo a la cocina y tomar sus platos con la boca y pedir su pedigrí de la manera dispuesta por su exigente, pero gentil ama; inmediatamente terminaban su pedigrí, se dirigían a traer su plato de agua y sacar la lengua en señal de tener sed, ya eran las clásicas perras obedientes y bien entrenadas.
    
    Después de haber pasado sus 15 minutos de comida, preguntaron a su majestad si se le ofrecía algún servicio o se podían retirar a sus jaulas para descansar después de un día más que pesado; aunque no todos los días les concedía el irse a descansar apenas cenaran, ese día se compadeció de sus esclavas y solo les ordeno besarle los pies por 15 minutos antes de que su majestad se fuera a dormir.
    
    Pasaban los días y ya las novatas perras estaban perdiendo si inexperiencia y se iban destacando en el arte de servir a su dueña con gran esmero, y hasta las esclavas veteranas estaban siendo superadas, por lo que ellas tenían que seguir entrenándose y poder mantener su liderazgo frente a las otras y seguir siendo las mejores perras propiedad de su majestad.
    
    A los pocos días su majestad hizo venir a Laura su esclava inicial para ordenarle le trajera su computador portátil para ver cómo iba su ya bien establecido negocio de ventas por catálogo, al regreso de Laura con el computador, se arrodilló suplicando autorización para expresar una idea. El ama le autorizó 5 minutos para hablar; fue entonces que después de agradecer dicha ...
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