1. Mari Carmen, una madre muy ardiente. 6


    Fecha: 15/11/2019, Categorías: Incesto Autor: hagen2012, Fuente: SexoSinTabues

    ... pues tenemos como resultado que la joven universitaria está cachonda y avergonzada de sí misma. Todos se ponen en movimiento, como deseando terminar pronto. Mari Carmen está nerviosa, teme que en cualquier momento su hijo la aborde, sin importarle que esté delante su hermana. Pero nada sucede, todo se desarrolla con normalidad y, poco después, cada uno se encamina a su alcoba. Mari Carmen, la cuarentona, la madre obscena y desnaturalizada, la madre que ha sido capaz de acostarse con su hijo y con su hija, está desnuda, sentada en la cama, con la luz de la mesilla de noche encendida. Tiene el corazón acelerado y se nota excitada. Separa las piernas, se mira el coño entreabierto y rojizo y se lo acaricia con dóciles dedos. -Ah- dice- Qué me pasa, qué me pasa, no puedo contenerme, no, otra vez no…ahora que Pablo parece haberse reprimido, ahora que parece que tengo la situación dominada, no puedo caer de nuevo. Mari Carmen lanza la cabeza hacia atrás y empieza a acariciarse el sexo, suavemente, con dulzura. -Mmmmmhhh- gime, con las sombras jugando con su rotundo y jugoso cuerpo desnudo. Se tumba sobre la cama, se abre aún más de piernas y se mete hasta el fondo un dedo en el coño- No, tengo que serenarme, no puedo pasarme la vida entera masturbándome, no puedo continuar así, debo…debo… -Hola, mamá- -¡Tú!- Mari Carmen se incorpora de golpe, quedándose sentada en la cama. Ante ella, está Pablo, desnudo, con su enorme polla enhiesta y preparada, mirándola con una extraña sonrisa. ...
    ... -Pablo, por favor, vete, te dije que nada más habría entre nosotros, déjalo ya. Por favor. Pero Pablo avanza, impertérrito, hacia su madre, que lo contempla horrorizada y extasiada a la vez. El joven se mete en la cama, a la vez que su madre retrocede hasta quedar sentada, de espaldas a la cabecera de la cama, mirando asustada las enormes proporciones de la verga de su hijo. -Pa…Pablo, por favor, otra vez no. No voy a consentir que…- empieza a decir, pero Pablo se le adelanta. -¿Consentir?¡Que no vas a consentir! Pero si que consentiste acostarte con Pili, mamá…¿no es así?- -¡Oh, Pablo, es horrible!¡Nos viste!- y la abochornada madre se lleva las manos a la cara, tapándosela con vergüenza invencible. Pablo avanza más. Se acerca tanto a su madre que le echa encima el aliento. Sin que Mari Carmen haga nada para impedirlo, Pablo empieza a manosearle las tetas. -Si, las vi. Las vi desnudas, abrazándose, lamiéndose, besándose. Las vi a las dos. Te vi follando con Pili, mamá. - dice Pablo, estrujando con fuerza las grandes tetas de su madre, que ya tienen los pezones en erección. -Oooooh, Pablito, por favor…déjame, déjame sola, no sigas, no por favor…ahhh…Bastante avergonzada estoy ya por haberme acostado con Pili, no te metas en mi cama ahora tú, Pablo, por favor. - suplica Mari Carmen, sintiéndose cada vez más excitada. Mira a su hijo a los ojos y ve que éste no piensa dejarla sola. Sabe que podría resistirse, que podría intentar impedir lo que se avecina. Pero no puede. Pablo la ...
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