Amor paulatino: Me enamoré y le entregué mi culo virgen
Fecha: 16/11/2019,
Categorías:
Transexuales
Autor: aritacariñosa, Fuente: SexoSinTabues
... Chano abrazó mi vientre y me sujetó bien pegadita a él. Me daba fuertes y terribles impulsos con su pija. Yo gritaba inconmensurablemente. Me cogía y cogía sin cesar, con desesperación y sin clemencia. Yo continuaba masturbando mi miembro con mis piernas, teniendo una opulenta pija cogiendo mi culo. Se estaba cumpliendo mi gran deseo. "Cogeme el culo así, no pares, no pares de coger. " le decía caliente y fascinada. Mi cuerpo ardía y mi mente volaba. Mis gritos de satisfacción me llevaron a eyacular mi antiguo y desaparecido pene con una estrepitosa e inigualable emoción, apretando toda su deliciosa gran verga dentro de mi destrozado orificio. Chano también iba deteniendo sus movimientos descargando su rico semen dentro de mi. Al unísono: "¡Ahhhh, ohhh, ohhh!". Yo me expresé aún más: "Mmmmm, mmmmm ¡Qué exquisito mi amor! ¡Muy rico!". Descubrí que dejarse follar es tremendamente sensacional. Permanecimos distendidos y extenuados en la cama por algunos minutos. Luego, él fue primero al baño. Mi amigovio quedó fuera de mi vista. Yo me miraba al espejo encantada, acariciando mi cuerpo. Pasaba por mi mente, un montón de pensamientos tales como:"Chano fue quien me hizo mujer". Mientras mi mente viajaba por la luna, el dolor en mi agujero, nuevamente se hizo presente. Él volvió del baño a la cama. Entre ambos nos ofrecimos una dulcísima sonrisa de satisfacción, para ser yo quien fuera ahí. Estuve en el baño lavándome y preparándome. Aunque ya no deseaba más sexo, porque el dolor ...
... en mi orificio anal se volvió más pronunciado y molesto. Me tomé mi tiempo ahí hasta que mi dolor se calmó un poco más. Al regresar a la cama, Luciano quedó pesadamente dormido boca arriba. Nuestro delicioso coito, la suave música por el parlante, el aire fresco del ventilador y su dura rutina de tener que trabajar para su padre, lo llevaron a un sueño muy profundo. Miraba maravillada ese hermosisimo cuerpo tendido en la cama. ¡Me lo quería comer a besos!. "¿Por qué no?", pensé. Momento que el encargado golpeó la puerta. "¡Se terminó el turno!", dijo con voz alta. "Ahora vamos", le contesté. Tenía que despertar a Chano que quedó bien apolillado. Nuevamente el encargado volvió a preguntar: "¿Se van o se quedan?". "Nos quedamos", le respondí. No sabía que se podían renovar los turnos. "Ocho pesos tenés que pagar", me dijo. Le pasé diez pesos por debajo de la puerta, para que me diera de vuelto, un billete de dos, que en esa época estaban mucho más nuevos. Era hora de recorrer mi boca por toda su hermosa humanidad. Me inicié en la punta de su relajado pene. No lo quería despertar. Pasaba mi lengüita por la glande, levantándola con la punta para luego dejarla caer. Él, ni se mosqueaba. Llevé mis manos a darle cariño a sus piernas y su abdomen mientras jugaba con su pene en mi boca. Seguí por sus esculturales pectorales y sus musculosos brazos. Instante que comencé a besar su abdomen. Suspiraba de deseo por comerme su formidable cuerpo. Luego puse mis labios sobre su barbilla para ...