Amor paulatino: Me enamoré y le entregué mi culo virgen - Relatos Eróticos

Amor paulatino: Me enamoré y le entregué mi culo virgen

... Tersas caricias que me estaban inmiscuyendo en un cálido clima de excitación. Mi cuerpo se sintió impregnado de vulnerables sensaciones, que lograron nuevamente a entregarme a él. Ambos bien desnudos, quedamos arrodillados. Él detrás mío. Yo miraba todas sus acciones a través del espejo. Mimándome y susurrándome palabras muy sucias a mi oído, tomó uno de esos pequeños sachets con gel, lo abrió con sus dientes, para llenar de lubricante en los dedos de una mano. De manera muy dócil y con enorme delicadeza lo expandió por todo mi orificio anal. Me dolía algo, pero el gel comenzó a surtir un gran efecto estimulante. Sentí una candente y deliciosa sensación de cosquilleo en todo mi ano. Mi agujero comenzó a pedir nuevamente una rica pija. Luciano tenía su verga muy erecta e inclinada hacia arriba. También se colocó ese ungüento por toda toda la longitud de su garrote. De arriba a abajo, y de abajo hacia arriba. De la manera que la masajeaba, me hizo desear que me la metiera afablemente. Esta vez fue muy, pero muy diferente. "¡Mmmmm! Chano. ¡Qué divino ver cómo me metes tu pija! ¡Qué rica la siento!", exclamaba de inmenso placer. Él me estaba penetrando despacito y lentamente. Me volvía loca de lo apetitosa que la sentía. No me importaba para nada el dolor. Bien dentro mío, comenzó a moverla muy suavecito en mi culo. Despacio y bien lubricada. La metía y la sacaba. La sacaba y la metía. Yo miraba por el espejo el pedacito de su tronco entrar y salir entre mis cantos. Su pelvis se ...

... movía al ritmo de una danza muy sensual. Le paré toda mi colita hacia atrás, con un gran quiebre de mi cintura. Su pelvis y mi colita parada, meneaban y meneaban en un apetecible y armonioso ajetreo sexual: "¿Te gusta?", me preguntó. "¡Ah! Siii. ¡Dame mucha pija! ¡Dame más por favor, que me gusta mucho! Quiero que me la metas bien fuerte" , le pedí. Eso comenzó a hacer. Me empezó a balancear su pene más y más velozmente dentro de mi culo. La cama comenzó a vibrar y generar ese ruido "ñiqui ñiqui" debido a la fervorosa agitación de su pelvis. Su furioso garrote metido en mi trasero desgarraba por dentro todo mi desvirgado hueco . Yo sólo atinaba a gozar, gritar y llorar de dolor y placer. "¿Queres así o queres más?", me preguntaba con sonrisas sarcásticas y de gozo. "Ahhhh, ahhh, ahhh", gritaba de ferviente locura y dolor como una masoquista. Me dolía pero gozaba ardientemente. Entonces Chano me colocó sus manos por delante mío y se ocupó en sobar mi pequeño pene mientras me cogía con gran vigor. Me masturbaba con una mano y follaba muy duro mi desvirgado culo. A tal punto que su pene se salió. Soltó mi miembro para volver a colocar el suyo dentro de mi ano. Yo aproveché que soltó el mío para internar mis genitales entre mis piernas y así poder masturbarme mientras me cogía. Así continuábamos, su palo moviéndose muy rico entre mis cachetes y yo masturbando mi pene entre mis piernas, realizandole un roce muy particular. La más fabulosa e intensa sensación de gozo en mi cuerpo. ...