1. M A R I N A


    Fecha: 16/11/2019, Categorías: Incesto Autor: iccs, Fuente: SexoSinTabues

    ... -Comprendo. Pero ésta, ésta está clarísima, Marina. -¿Se lo dirás a papá y a mamá, -me preguntó por fin-, o borrarás la foto y me guardarás el secreto? La polla me dolía a rabiar y no me dejaba pensar con claridad. Estaba excitadísimo. Parecía claro que si actuaba como un adulto responsable y elegía la primera opción perdería para siempre aquello tan bonito que teníamos los dos. Si optaba por la segunda, con toda probabilidad me vería obligado a borrar su foto; y tampoco quería eso. Prefería conservarla. -¿Tú que crees? Dije sin comprometerme. -Gracias tiito. Sabía que me comprenderías. Lo que me quedó muy claro es que, de una forma u otra, nuestra relación cambiaría por completo a partir de aquella tarde; así que añadí otra tercera solución, que no invalidaba las dos anteriores. -Marina. ¿Quieres… quieres que te haga yo las fotos? Para… para enviárselas a Elvira, quiero decir… Si increíble me pareció oír esa pregunta, a pesar de que fui yo mismo el que la formuló, la respuesta, casi inmediata de Marina, todavía me dejó más estupefacto: -¡Siiiiiiiii!, tíito. ¡Siiiiiiiii! Fue como quitarle la espoleta a una granada de mano. Marina, que unos instantes antes era una chiquilla asustada y compungida, se transformó en un polvorín de entusiasmo y éxtasis. A punto estuvo de mandar las tortitas a tomar por el culo cuando se levantó son brusquedad de la silla y vino hacia mí. Se sentó frente a mí, a horcajadas sobre mis piernas, colocando las suyas por fuera de las mías, se aceró a mi ...
    ... pecho, echó sus manos tras mi nuca y me cubrió la cara de besos. En esa posición mis manos fueron directas al culo de Marina, como atraídas por un imán. Me llené las manos con sus glúteos y esta vez no fue algo casual ni casto. Se los palpé severamente, agarrándolos con lujuria bajo su faldita, pero Marina estaba tan contenta por mi propuesta que aquella invasión no parecía importarle lo más mínimo. -¡Gracias tío! ¡Ya le dije a Elvira que no me fallarías! -Espera, espera… ¿Elvira? ¿Sabe Elvira que yo lo sé? -¡Sí! Después de mi… “cagada” hablé con ella esta mañana. Me dijo que viniese a verte e hiciera todo lo que fuera necesario con tal de que borrases esa foto. Ella también se metería en un buen lío si nos descubrieran… Sus papás son unos beatos, ya sabes. Son del Opus. Ese “todo lo que hiciera falta” retumbará siempre en mi cabeza, pero no era el momento ni el lugar para darle más vueltas al asunto. Mi apartamento no es gran cosa y tuve que echar a un lado la mesa para ampliar el improvisado set de fotografía. -¿Listo? -dijo, una vez que conseguimos espacio en el centro de mi salón-. -Sí. Creo que hay sitio suficiente y un buen encuadre. -Ya sabes. Sólo tienes que darle al botón una vez y luego enfocar, nada más. Cada diez segundos lanza una foto. Si quieres disparos rápidos le das a la estrellita… -Ya, ya… Creo que lo he entendido. Apenas si le presté atención; la impaciencia me comía vivo, me moría de ganas de que comenzase el espectáculo. Pulsé sin pensar el primer botón ...
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