1. EL INTERNADO (4) Julio Enverga a Matías


    Fecha: 11/09/2017, Categorías: Gays Autor: ZLASKO, Fuente: SexoSinTabues

    ... cuerpo, fijándose sobre todo en el tanga blanco, que marcaba irremediablemente mi polla, y abultaba bastante la bragueta. MATÏAS: ¡Joder, Julio! . Te queda de maravilla el bañador . Vamos al agua a refrescarnos. JULIO: Vamos . A ver quién llega primero al agua. Nos lanzamos a la piscina desde el lado más profundo, y en varias brazadas llegamos hasta el borde donde estaba menos honda. Matías y yo siempre hemos sido muy competitivos, en todo y no le hace mucha gracia perder, así que como siempre empezó a decir que él había ganado. El agua nos llegaba a la altura del pecho, entonces comenzó a bromear agarrándome por la cintura para voltearme, y hacerme una ahogadilla. Yo opuse resistencia, y me agarré a uno de sus brazos impidiendo que me tirase, mientras procuraba mantener mis pies firmes en el suelo de la piscina para hacer mayor fuerza. Matías continuaba intentando sumergirme, y para hacer mayor fuerza se iba acercando más a mí, hasta que se colocó a mi espalda, y abrazando mi cuerpo con ambos brazos se pegó a ella como una lapa. Sentí su verga entre mis nalgas desnudas, y empecé a mover mi cintura de derecha a izquierda, acariciando con mi culito su apetecible cipote. Matías, sin dejar de hacer fuerza, fue bajando uno de sus brazos hasta llegar a mi paquete, al mismo tiempo que empezaba a pasar su mano por encima de mi bañador, mientras el otro me seguía agarrando por el pecho, fué como una invitación sin palabras a lo que tanto ansiaba, . y yo moví mi culo hacia atrás para ...
    ... sentir su polla entre mis glúteos. Quería que me tocase, quería que me magreara todo el paquete, quería sexo del bueno con él, . y parecía que Matías tenía las mismas ganas, porque sin vacilar demasiado, introdujo su mano bajo mi slip por el lado, y empezó a acariciar mis huevos y mi polla, que se estaba poniendo dura como el acero. De tanto que había deseado ese momento, fuí incapaz de contener los gemidos que brotaban de mi boca, suspiraba de placer al sentir el aliento de su boca junto a mi oreja, el sonido de sus jadeos suavecitos, . y entre gemidos, jadeos y suspiros, apartó hacía un lado mi tanga y dejó salir mi cipote en libertad. MATÍAS: Vamonos a las tumbonas, y no digas nada. Salimos de la piscina por las escaleras, Matías iba algo más adelantado que yo, y se paró en los últimos escalones. Al llegar a su altura, rodeó mi cintura con su brazo y acercando su cara a la mía me besó en los labios. Estaba alucinando, me quedé sorprendido porque no lo esperaba, no me imaginaba que Matías, sintíera por mi lo que yo sentía por él, nunca lo habíamos hablado, y jamás percibí ninguna señal por parte de él, en ese sentido. Un escalofrío recorrió mi espalda al tiempo que yo también rodeaba su cintura con mi brazo derecho, nos paramos un momento y nos besamos apasionadamente, batallándo con nuestras lenguas por explorar cada rincón de la boca del otro. Después de largo rato besándonos, seguimos andando hasta llegar a la tumbona donde él se había tendido, y se sentó dejándome a mi ...
«1234...7»